Carlo Ancelotti y Vinicius Junior han construido una relación que supera lo estrictamente futbolístico y que hoy define tanto el presente de Brasil como el futuro inmediato del jugador. La conexión entre ambos quedó reforzada incluso a partir del golpe más duro para Vini: la inesperada derrota en el Balón de Oro 2024. Después de liderar al Real Madrid hacia la Liga y la Champions y de brillar con un hat-trick ante el Borussia Dortmund, parecía indiscutible su coronación. Sin embargo, Rodri fue elegido como el mejor jugador del mundo. El impacto emocional fue innegable. “Puede que le haya afectado un poco”, admitió Ancelotti. “Pero ahora está cerca de su mejor nivel. Es fuerte, no se detiene en errores ni críticas y mira hacia adelante muy rápido”.
Aquel desencanto coincidió con un descenso futbolístico de doce meses, potenciado por la llegada de Kylian Mbappé, cuya inclinación natural hacia la banda izquierda influyó en el rendimiento del brasileño. Tampoco con la Seleção logró replicar su versión más dominante: solo ocho goles en 43 apariciones. Aun así, Ancelotti insiste en la dimensión real de su jugador: “En los últimos partidos lo ha hecho muy bien con Brasil, marcando y asistiendo. Nadie puede poner en duda su calidad. Vini es un jugador de primera clase”.
Impacto inmediato de Ancelotti en Brasil
En Brasil, la llegada del técnico italiano ha generado un efecto inmediato. El vestuario, la afición y la propia CBF reconocen su impacto, y Vinicius es el primero en celebrarlo. “Estamos disfrutando y pasándolo bien”, afirmó en los medios oficiales de la selección. Para él, Ancelotti ha traído exactamente el modelo que le llevó al éxito en Madrid, París o Londres: “Ha transmitido confianza a todos, aprovechando las características de cada jugador en su mejor posición. Quiere ver feliz al pueblo brasileño y ganar la Copa del Mundo, nuestro gran objetivo”.
La lección del Clásico
Vinicius subraya, además, el ambiente que ha generado el entrenador: “Todo el mundo le aprecia y le tiene cariño. Nos transmite tranquilidad y facilita el trabajo”. El contraste con la tensión vivida en el Real Madrid bajo Xabi Alonso es evidente, especialmente después del enfado del atacante al ser sustituido en un Clásico. Ancelotti no rehuyó el episodio: “Ese día se equivocó. Tiene que entender el papel que ahora tiene en el Madrid, el de jugador más importante en el vestuario. Se ha disculpado y debe aprender de esos errores”.
Vini como arma central
La influencia del técnico se percibe también en la evolución táctica del delantero. Ancelotti ha convencido a Vinicius para explorar un rol alternativo como delantero centro en determinados tramos. “Tiene calidad para marcar muchos goles”, explicó. “Como extremo necesita varios regates para finalizar; en el centro, basta un movimiento bien cronometrado. Es muy, muy peligroso atacando el área con espacio”. Vini aceptó el ajuste de inmediato. Brasil continúa probando piezas en su camino hacia el Mundial, con amistosos ante selecciones como Senegal y Túnez y con un grupo que empieza a asimilar la idea de juego del técnico.
El mensaje del entrenador es rotundo: “Estoy seguro de que Vini llegará al Mundial en su mejor condición”. La respuesta del jugador está a la altura: compromiso, confianza y una sintonía absoluta con el técnico que lo llevó a su cima europea y que ahora quiere guiarlo hacia la grandeza con la Seleção. La importancia de Vinicius para Ancelotti y la de Ancelotti para Vinicius vuelve a ser el eje de un proyecto que apunta alto: reconstruir a Brasil desde la alianza más decisiva del fútbol brasileño actual.
