Ronald Araujo volvió a estar en el centro de las críticas tras la dura derrota del Barça por 4-1 ante el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. El defensa uruguayo tuvo una tarde muy floja, en la que nada le salió bien, y terminó señalado por Hansi Flick. Su penalti sobre Isaac Romero, a los diez minutos de juego, marcó el inicio de un partido que se puso cuesta arriba para el equipo y volvió a generar dudas sobre su nivel.
La jugada se revisó el VAR y, aunque algunos pensaron que el contacto era leve, el árbitro Muñiz Ruiz señaló la pena máxima. Alexis Sánchez no falló desde los once metros y adelantó al Sevilla. Araujo, superado en la acción, volvió a cometer un error importante que pesó mucho en el resultado.
El resto del primer tiempo tampoco fue mejor. Araujo estuvo impreciso con el balón y desordenado junto al resto de la defensa, que tiró mal la línea del fuera de juego en varias jugadas. El Sevilla aprovechó esos fallos y creó varias ocasiones claras. Hansi Flick, viendo el caos defensivo, decidió cambiarlo al descanso por Eric García, buscando más calma y seguridad atrás.
En los últimos tiempos, Araujo ha perdido parte de la solidez que lo convirtió en una referencia y, hace no mucho, en uno de los mejores centrales del mundo. Antes imponía respeto, transmitía seguridad y era el líder natural de la defensa. Ahora, sin embargo, se le ve más dubitativo, con errores que antes no cometía y una sensación constante de inseguridad. Le falta confianza, y eso se nota en cada acción.
El uruguayo lleva varias temporada que no atraviesa su mejor momento. Ha pasado de ser un jugador intocable a alguien que genera dudas, incluso dentro del cuerpo técnico. Sus actuaciones en los grandes partidos como ante el PSG o el Inter de Milán han dejado heridas difíciles de olvidar, y cada nuevo fallo reabre el debate sobre su rol en el equipo.
