Han pasado apenas diez meses desde que Raúl Asencio “aterrizó” en el Real Madrid y su camino ha sido cualquier cosa menos lineal. El defensa, llamado a ser parte del futuro de la zaga blanca, ha vivido un proceso marcado por altibajos, oportunidades contadas y la eterna exigencia que supone vestir de blanco. Su situación se mezcla con el gran debate que sacude ahora mismo en el Bernabéu: la elección del socio de Huijsen en el eje de la defensa.
Un inicio entre ilusión y tropiezos
Asencio llegó al Madrid (desde el Castilla) con la etiqueta de central de futuro, fuerte en el juego aéreo y con salida de balón limpia. Sin embargo, los primeros meses se convirtieron en un carrusel de confianza y dudas. Entre cuestiones extra deportivas y actuaciones irregulares, le ha costado encontrar continuidad en un equipo que pide resultados inmediatos. Aun así, sus condiciones le mantienen en la agenda de Xabi Alonso, que le ve como un perfil interesante a medio plazo.
El debate que no cesa en la defensa blanca
El presente del Madrid en defensa tiene un nombre propio: Dean Huijsen. El español-neerlandés se ha asentado con jerarquía, pero la incógnita es quién debe acompañarle. Con Militao aún lejos de su mejor nivel y Rüdiger con molestias continuas, la sombra de Asencio aparece en la discusión. ¿Está listo para dar el salto definitivo o seguirá siendo un actor secundario? El tiempo lo dirá, aunque ya mucha gente le ve como el “nuevo Nacho” del Madrid.
Asencio y una oportunidad para escribir su capítulo
Lo que está claro es que la historia de Raúl Asencio en el Real Madrid aún no se ha escrito del todo. Con diez meses de aprendizaje y baches, el joven central encara ahora el reto de dar un paso adelante. La montaña rusa no ha terminado, pero en Chamartín saben que, si logra estabilizarse, podría ser parte de la solución a un dilema que lleva semanas sobrevolando el vestuario: ¿quién acompañará a Huijsen en la zaga blanca?
