Corría el año 1911, el Athletic Club era uno de los equipos más importantes del país, contando incluso con dos sucursales, una en Bilbao, la principal, y otra en Madrid. Mismos colores y filosofía para tallar la escultura de lo que ahora es el tercer equipo más grande de España.
En aquel año, en Madrid empezaban a mover hilos en busca de la independencia que se haría oficial en 1923, mientras que el Athletic se proclamaba campeón de copa con Allende, Mandiola, Belaunde, Garnika y Smith, cinco jugadores de la sucursal madrileña.
“Cuando al Athletic le tocaba jugar los grandes torneos, como el de Copa, por ser el mejor equipo de la Federación Norte, lo hacía con lo mejor que tenía en Bilbao y en Madrid. No eran, por tanto, dos clubes separados sino uno que tiraba de sus mejores futbolistas”, explicaba Juanan Cantelar, autor del libro ’95/96: El año del Doblete’ para Relevo.
El Atlético de Madrid no se puede entender sin el Athletic Club, ya no solo por compartir la semilla que ha brotado en lo que actualmente es el conjunto rojiblanco, sino por la herencia que ambos equipos comparten. Mismos colores e innumerables gestos de fraternidad, como cuando los de la capital ceden el rojiblanco a sus hermanos vascos a la hora de conmemorar fechas especiales. La primera vez sucedió en 1990, en la celebración del 50 aniversario del Atlético Aviación, aunque no hace falta viajar al pasado para recordar un detalle así, ya que el pasado 2023, la entidad dirigida por Enrique Cerezo vistió con su camiseta con una franja azul y otra blanca en el 125 aniversario de los leones.
Atlético y Athletic siempre han tenido una relación cordial, detalles de aprecio y respeto entre dos de los equipos históricos de La Liga, una tradición que ha traspasado fronteras. En 2012, los bilbaínos fueron los elegidos para portar la elástica rojiblanca en la final de la UEFA Europa League en Bucarest, Rumanía, partido en el que los madrileños conquistaron su segundo entorchado de la competición con una exhibición de Radamel Falcao.
El primer pasillo de la historia
Sin duda alguna, el gesto más llamativo que han protagonizado estos clubes ocurrió el 17 de mayo de 1970 en un partido de Copa del Rey. El Athletic Club, que visitaba el Vicente Calderón en un partido de Copa del Rey, decidió homenajear al flamante nuevo campeón de La Liga con un pasillo antes de empezar a jugar. Lo más curioso es que los leones fueron subcampeones ese mismo año, terminando a un punto del que fuera su sucursal de Madrid.
Madrileños y bilbaínos volverán a verse las caras este sábado en el Metropolitano, en el enfrentamiento 176 entre ambos conjuntos en la competición doméstica, los del Cholo han llegado a los 80 triunfos por los 64 del Athletic Club.
