El FC Barcelona cierra su temporada como local con una derrota por 2-3 ante el Villarreal. Algo que poco importa ya, en un partido sin presión para los azulgranas después de celebrar en los últimos días su 28º título liguero logrado en la pasada jornada. Algo en juego quedaba para los visitantes, que se jugaban su pase a la próxima Champions League. Y lo consiguieron. El “Submarino Amarillo” cumplió su misión, aprovechó la “resaca” culé para sellar su billete a la máxima competición europea.
A pesar del resultado adverso, el ambiente en Montjuic fue de celebración. El Barça, ya campeón desde la jornada anterior, vivió una tarde emotiva ante su afición. Tras el pitido final, los jugadores recibieron el trofeo de LaLiga y levantaron la copa en una ceremonia llena de alegría, fuegos artificiales y ovaciones. Fue el cierre simbólico de una temporada memorable de la mano de Hansi Flick, el arquitecto de este equipo, pero que terminó con el título en casa.
Desde el arranque, se notó que cada equipo jugaba por objetivos distintos. El Villarreal, con intensidad, se adelantó en el marcador con el gol de Ayoze Pérez, que encarrila a falta de una jornada la carrera por el “Zarra”. El Barça, con rotaciones y un once que mezclaba titulares y menos habituales como Ter Stegen, tardó en entrar en ritmo, pero reaccionó con un golazo marca de la casa de Lamine Yamal antes del descanso.
El conjunto de Flick logró ponerse por delante en el encuentro con un gol de Fermín López, que fue de los más destacados del partido. Pero el Villarreal se volvía a poner por delante en la segunda parte con una picadita de Santi Comesaña y el definitivo gol de Tajon Buchanan.
La derrota no empañó el festejo blaugrana. Con el público entregado, los jugadores del Barcelona levantaron el trofeo de campeones en el último partido oficial en Montjuïc. Que ya se despide como sede provisional del equipo. El próximo curso, el club espera regresar a un Spotify Camp Nou renovado.
El Villarreal, por su parte, celebra una clasificación matemática a la Champions, redondeando una recta final de temporada espectacular bajo el mando de Marcelino. En una noche con emociones cruzadas, ambos equipos se marchan con motivos para sonreír.
