Leyenda azulona viva. Borja Mayoral se ha convertido en el máximo goleador histórico del Getafe en Primera División tras su gol al Girona en la jornada 11 de LaLiga que supone su gol número 38 en la máxima categoría y con el que supera ‘la maldición del 37′. Un partido en el que, además, los de José Bordalás consiguieron imponerse a los catalanes 2-1 con otro tanto del Mario Martín, natural de Sonseca.
La maldición del ‘gol número 37’
Este tanto le ha hecho entrar en los libros de historia de la ciudad situada al sur de Madrid. Ante el Athletic de Bilbao, en la jornada anterior, igualaba a Jaime Mata y Manu del Moral con 37 goles cada uno, una cifra que, hasta ahora, había supuesto una maldición para cualquier atacante del Getafe que llegara a esa cifra: ninguno había podido superar aquel número, a partir del cual su rendimiento futbolístico experimentaba una caída en picado hasta el fin de su carrera.
Una leyenda (o pesadilla) urbana que habían experimentado tanto Mata y Del Moral, y que también habían sufrido los que se habían quedado cerca como Ángel Rodríguez o Enes Ünal, a uno y seis goles, respectivamente. Un pensamiento popular que, tras el tanto en San Mamés, también comenzó a rondar sobre la figura del exmadridista. Sin embargo, apenas tardó seis días en romperla con otro gol en la siguiente jornada que demuestra la resiliencia y el trabajo del delantero azulón. A partir de ahora, Mayoral será el encargado de poner el próximo techo goleador del Getafe en la máxima categoría liguera del fútbol español.
Un camino complicado
Además, no ha sido fácil el camino que ha tenido lidiar hasta este gol número 38. Ha sido una etapa de sufrimiento provocado por una lesión de menisco que le ha tenido casi un año fuera de los terrenos de juego y que se agravó tras una recaída por intentar volver lo antes posible. Un problema que, también, le dejó fuera de la lista de la Selección española para la Eurocopa de 2024 y le apartó del deporte cuando estaba desplegando su mejor juego en Getafe, siendo Zarra y peleando, incluso, por el Pichichi de LaLiga.
La recaída fue un golpe duro tanto físico como mental, que hasta le hizo dudar de si iba a ser capaz de regresar al fútbol de máximo nivel, tal y como ahora declara con alivio: «Después de tanto sufrimiento con la recaída, al final lo pasas mal porque no sabes si vas a volver. Ha merecido la pena sufrir para que llegaran estos momentos». Aun así, con el apoyo de su familia, amigos y compañeros, ha logrado recuperarse y mostrar de nuevo un gran nivel que ha tenido su colofón con este récord.






