Cuando España aplastó por 13 goles a Bulgaria

En 1933, bajo un diluvio en Chamartín, La Roja firmó ante Bulgaria la mayor goleada de su historia: 13-0 con seis tantos de “Chacho”
Imagen de aquel España - Bulgaria

El fútbol español no siempre vivió de títulos y siendo candidato a todo. Antes de los mundiales televisados y las retransmisiones a color, España descubrió que también se podía hacer historia a base de goles. Fue el 21 de mayo de 1933, en el antiguo estadio de Chamartín, cuando la selección española aplastó 13-0 a Bulgaria, consiguiendo la mayor goleada de todos los tiempos del combinado nacional.

Aquel encuentro tuvo un protagonista inolvidable, Eduardo González Valiño, “Chacho”, un delantero del Deportivo de La Coruña. Debutaba con la selección y acabó firmando seis tantos, un récord que nadie ha igualado desde entonces. Junto a él, Elícegui, autor de tres goles y del tanto número 100 en la historia de la Roja, Luis Regueiro (dos), Bosch (uno) y el pobre Mitchalov, que marcó en propia puerta, completaron la cuenta de un resultado que asombró a todos.

El contexto fue modesto, un amistoso sin demasiado interés, con el técnico José María Mateos en el banquillo, criticado por la prensa y en su último encuentro al frente de España. Ni la lluvia que caía sobre Madrid ni el rival, casi desconocido, invitaban al optimismo. Pero aquel día el fútbol decidió sorprender.

En veinte minutos, España ya ganaba 3-0. A los treinta, el portero búlgaro, pidió el cambio tras recoger el balón del fondo de la red por quinta vez. Al descanso, el marcador mostraba un escandaloso 6-0 y, según cuentan, los directivos federativos bajaron al vestuario para rogar a los jugadores que frenaran. El mensaje, claro está, fue ignorado. España metió siete más.

La historia de Chacho es mágica. Llegó a Madrid esa misma mañana desde A Coruña, sin apenas dormir, para debutar con La Roja. No era un delantero centro clásico, ni un atleta. Era más bien un de toque y de remate limpio. En Chamartín, ante un público que terminó empapado y aplaudiendo de pie, se convirtió en un mito.

Tras esa tarde perfecta, Chacho jugó solo dos partidos más con la Selección, marcando otro gol ante Portugal y participando en el Mundial de Italia 1934. En total, siete goles en tres partidos, el mejor promedio goleador de cualquier internacional español.

Desde entonces, la Selección ha firmado goleadas legendarias, como el 12-1 a Malta en 1983, el 10-0 a Tahití en 2013 o los 9-0 a Portugal y Austria, pero ninguna tan abultada como aquella.

Aquel diluvio en Chamartín fue también la despedida del seleccionador Mateos, reemplazado semanas después por Amadeo García Salazar. Un siglo después, los 13 goles de aquel día siguen siendo un récord que ni las generaciones doradas de Xavi, Iniesta o Ramos han podido superar.

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