Caída libre en Montilivi. El Girona, revelación de la temporada pasada, se ha diluido en los últimos meses. El discurso ilusionante de Míchel ha cambiado de tono: ahora se impone la autocrítica, la frustración… y la duda. Se ha desinflado el sueño europeo y toca mirar de cerca el descenso. Los catalanes caminan sobre el alambre y miran de reojo los puestos descenso porque solo están cinco puntos por encima.
“Tenemos plantilla, pero no equipo” – El lamento de Míchel
Tras la dura derrota en Montilivi, el técnico del Girona fue contundente: “Hay plantilla para luchar por Europa, pero ahora mismo no tenemos equipo para hacerlo”. El bajón de juego y resultados inquieta a una afición que soñaba con volver a entrar en Europa. Los catalanes comenzaron bien la temporada, dejando buenas sensaciones y compitiendo bien en la Champions, pero la realidad ahora es otra. Jugadores anárquicos, que no encajan en el esquema de Míchel por mucha calidad que tengan. Al que ha provocado una caída libre en Montilivi.
El sueño se convierte en infierno: nueve jornadas sin ganar
El Girona acumula seis derrotas y tres empates en las últimas nueve jornadas, situándose en la 16ª posición con 34 puntos, apenas cinco por encima del descenso. La fragilidad defensiva es alarmante: han encajado 11 goles desde fuera del área, siendo el peor equipo de LaLiga en este aspecto. El próximo enfrentamiento contra el Real Betis se presenta como una final anticipada para evitar repetir la historia de la temporada 2018-19.
Lo que parecía una anécdota aislada se ha convertido en tendencia preocupante: el Girona acumula nueve jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Desde el 3-0 al Rayo, el equipo de Míchel ha caído en una espiral de dudas, fragilidad defensiva y falta de pegada. De los últimos 27 puntos, solo han sumado cinco. Han pasado de una zona cómoda de la clasificación en la que podían soñar con Europa a sufrir por los puestos de descenso.