El Clásico dejó muchas lecturas, pero una de las más sorprendentes fue la posición de Eduardo Camavinga. El mediocentro francés, acostumbrado a jugar en la base del equipo o incluso como lateral, actuó como extremo derecho y se convirtió en uno de los grandes protagonistas del encuentro. Una apuesta valiente de Xabi Alonso que cambió el rumbo del partido.
Una apuesta inesperada de Xabi Alonso
El técnico del Real Madrid “sorprendió” a todos con su alineación: Courtois; Valverde, Militao, Huijsen, Carreras; Tchouaméni, Camavinga, Güler; Bellingham; Mbappé y Vinícius.
Lo de sorprender, claro, fue por la posición de Camavinga, adelantado por banda derecha, rompiemdo todos los esquemas. Su despliegue físico, su capacidad de recuperación y su energía desbordante dieron equilibrio a un equipo que necesitaba intensidad en la presión y velocidad en la transición.
New position unlocked, Right winger ✅😭
— Eduardo Camavinga (@Camavinga) October 26, 2025
Camavinga: Energía, desequilibrio y carácter
El francés aportó algo que el Real Madrid venía echando de menos en los últimos encuentros: frescura e imprevisibilidad. Desde su nueva posición, ayudó a Tchouaméni en la presión y liberó a Güler y Bellingham en la creación ofensiva. Además, su insistencia en las recuperaciones y su atrevimiento para conducir el balón lo convirtieron en una pieza clave en el planteamiento de Xabi Alonso.
📞🫵 @Camavinga pic.twitter.com/5wj76x1MYn
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) September 30, 2025
Una nueva versión que amplía el abanico táctico
Este experimento exitoso abre nuevas posibilidades para el futuro. Camavinga, capaz de jugar como pivote, interior, lateral y ahora extremo, se consolida como uno de los jugadores más versátiles del plantel blanco. Con actuaciones como la del Clásico, el francés demuestra que es mucho más que un recurso táctico: es un revulsivo total capaz de transformar el ritmo del partido.






