“Como los murciélagos en la noche, renacemos cuando todo parece oscuro: silenciosos, resilientes y siempre listos para volar alto.” Aunque a veces parece que para el Valencia CF eso no es así. La llegada de Carlos Corberán, el “Camazotz” o rey de los murciélagos, ha sido el giro inesperado en medio de la penumbra: ha devuelto el rumbo, la fe y la identidad a un equipo que vagaba perdido en las tinieblas.
Si a principio de temporada llegan a decirnos que hoy mucha gente en la ciudad del Turia cree en entrar en competición europea, hubiese parecido una locura. Pero claro, Mestalla y “Camazotz” han despertado a un murciélago con licencia para soñar.
Corberán, no solo es el enviado para salvar al Valencia que estaba hundido en las profundidades de una oscura cueva, sino para devolver al equipo de Puchades, Kempes, Cañizares, Albelda… al lugar donde se merece, el de ser un club grande en LaLiga y en Europa.


Lo de “Camazotz” es para quitarse el sombrero. Cogió el equipo a cuatro puntos de la salvación, que solamente había sido capaz de sumar 12 puntos en 17 partidos bajo las órdenes del Pipo Baraja y que estaba completamente muerto a nivel anímico. Pero tras apretar los colmillos y chupar un poco de sangre, 17 encuentros más tarde, el equipo ha obtenido 30 puntos gracias a sus ocho victorias, seis empates y solamente tres derrotas.