El regreso del FC Barcelona al renovado Spotify Camp Nou para disputar el Trofeo Joan Gamper el próximo 10 de agosto está en duda. Aunque se han avanzado las obras y se obtuvo la licencia de actividades y obras, todavía falta la licencia de primera ocupación parcial, necesaria para permitir el acceso de público a zonas habilitadas, con una capacidad estimada de 25.000 a 30.000 aficionados.
El club aún no ha completado la entrega de la documentación requerida, y el Ayuntamiento de Barcelona advierte que el trámite habitual de inspección puede tardar cinco o seis meses, por lo que el permiso a tiempo parece complicado, por mucho que el Barça busque agilizar el proceso. Incluso con obras avanzadas, sin la inspección correspondiente, no se puede autorizar la apertura parcial.
Ante esta situación, el Barça valora como plan B disputar el Gamper en el Estadi Johan Cruyff, con una capacidad limitada de apenas 6.000 espectadores, una opción que ya se ha repetido en años anteriores con motivo de las obras.
La demora no solo afecta al aspecto deportivo, sino también genera pérdidas económicas: el club esperaba abrir palcos VIP durante el partido, clave para mejorar su situación financiera bajo la regla 1:1 de LaLiga.
El club y el Ayuntamiento trabajan contrarreloj para resolver los trámites. Si no se logra la licencia total a tiempo, el Camp Nou podría permanecer cerrado al público hasta septiembre, cuando se espera recibir al Valencia en la jornada 4 de Liga.
