Un altercado que lo cambió todo
El debut liguero del Olympique de Marsella no solo dejó una derrota contra el Rennes. También provocó un caos interno que sacude al vestuario. Adrien Rabiot y el joven Jonathan Rowe discutieron en el túnel y terminaron a los golpes. El técnico Roberto De Zerbi y el director deportivo Mehdi Benatia intervinieron para detener la pelea.
⏱️ 90+7’ | #SRFCOM 1️⃣-0️⃣
— Olympique de Marseille (@OM_Officiel) August 15, 2025
⏸️ Fin du match, nos Olympiens s’inclinent.
🗓️ Prochaine rencontre : samedi 23/08 avec la réception du Paris FC à l’@orangevelodrome. pic.twitter.com/FeXySiEHNp
El lunes, la directiva comunicó su decisión. El club apartó a Rabiot y Rowe de la primera plantilla y los colocó en la lista de transferibles. La institución calificó la conducta como “inaceptable” y contraria a sus valores.
Communiqué officiel de l'Olympique de Marseille.
— Olympique de Marseille (@OM_Officiel) August 19, 2025
Marsella marca disciplina sobre Rabiot
La sanción no sorprende a quienes conocen el carácter del centrocampista. A sus 30 años, Rabiot ya protagonizó conflictos en la Juventus y en la selección francesa. Lo que parecía una oportunidad de relanzar su carrera en el Vélodrome terminó en una salida inesperada.
Para De Zerbi, la prioridad es mantener un vestuario unido. “El talento no puede estar por encima del compromiso”, comentó una fuente del staff. La afición esperaba ver en Rabiot a un líder en el medio campo. Ahora observa cómo uno de los nombres más reconocidos queda fuera del proyecto.
Futuro incierto en el mercado de fichajes
El futuro del francés es incierto. Tiene contrato hasta 2026 y un salario cercano a los cuatro millones de euros por temporada. Eso complica cualquier operación. Aun así, su calidad mantiene el interés de varios clubes de la Serie A.
Roma, Inter y Juventus ya han aparecido como posibles destinos. Desde Italia aseguran que el Milan no planea ficharlo por razones tácticas y salariales. Su valor ronda los 25 millones de euros, pero todo dependerá de si acepta rebajar sus pretensiones para cerrar un acuerdo.

En cualquier caso, el tiempo juega en contra: el mercado de fichajes entra en su recta final y Rabiot deberá encontrar pronto una salida si quiere mantener continuidad deportiva.
Un mensaje claro para el vestuario
Más allá del futuro del jugador, el Marsella deja un mensaje firme. Ningún nombre está por encima del club. La disciplina y el compromiso colectivo pesan más que el talento individual.
Rabiot deberá buscar un nuevo destino antes del cierre del mercado. El centrocampista todavía tiene nivel para competir en la élite, pero su salida de Marsella confirma que los códigos internos del vestuario no se negocian.