Desde que Todd Boehly llegó al Chelsea en mayo de 2022, el club ha gastado una enorme cantidad de dinero en fichajes. En total, se han invertido más de 1.000 millones de euros en más de 35 jugadores, una cifra que lo convierte en uno de los clubes que más ha gastado en tan poco tiempo.
Los fichajes más caros de esta etapa del Chelsea han sido Moisés Caicedo (más de 133 millones de euros), Enzo Fernández (121 millones), Mykhailo Mudryk (100 millones), Wesley Fofana (82 millones) y Marc Cucurella (65 millones). Además, también se han incorporado jóvenes promesas como Cole Palmer, que llegó desde el Manchester City por unos 47 millones.
A pesar de ese gran gasto, el Chelsea también ha vendido jugadores por unos 575 millones de euros. Entre las salidas más importantes están las de Kai Havertz al Arsenal (75 M€), Mason Mount al Manchester United (64 M€) y, recientemente, Noni Madueke al Arsenal, una operación que dejó alrededor de 50 millones en las arcas del club: el club ha perdido más de 400 millones de euros en el mercado de fichajes.
Un Chelsea con ‘overboking’
Tantos jugadores nuevos han hecho difícil construir un equipo sólido. De hecho, los entrenadores han tenido problemas para manejar una plantilla tan amplia, y muchas veces los futbolistas han entrenado en grupos separados por falta de espacio.
Sin embargo, entre tanto movimiento, hay fichajes que sí han funcionado. El centro del campo formado por Cole Palmer, Moisés Caicedo y Enzo Fernández se ha convertido en la base del equipo. Palmer ha sido el más destacado, con goles, asistencias y una gran personalidad. Enzo aporta equilibrio y calidad, mientras que Caicedo da energía y recuperación. Entre los tres, representan la esperanza del Chelsea para construir un proyecto más estable y competitivo.
