El Chelsea, un club acostumbrado a pelear en las grandes noches europeas, vivió su última participación en Champions League en la temporada 2022/23, un año que quedará marcado por la inestabilidad. Con tres entrenadores distintos, fichajes millonarios sin rumbo y una plantilla inflada, los ‘Blues’ se despidieron de Europa sin gloria y con más preguntas que respuestas.
Pese a contar con nombres de gran peso en el continente y una fuerte inversión tras la llegada del nuevo propietario Todd Boehly, el equipo nunca encontró identidad. La eliminación en cuartos de final a manos del Real Madrid fue la culminación de una temporada desastrosa, donde el problema no fue solo caer, sino cómo se cayó: sin competir y sin mostrar señales de evolución.
Una Champions marcada por el caos
La fase de grupos había comenzado con Thomas Tuchel en el banquillo, pero su repentina destitución tras la primera jornada (una derrota ante el Dinamo Zagreb) dio paso a Graham Potter, que no logró estabilizar el equipo y Bruno Saltor fue nombrado interino por un breve período. Aun así, el Chelsea logró avanzar como primero de grupo, pero dejando dudas en su juego.
En octavos, los londinenses remontaron un 1-0 ante el Borussia Dortmund con una sólida actuación en Stamford Bridge, una de las pocas noches destacadas de la temporada. Sin embargo, en cuartos, el Real Madrid los superó claramente con un 4-0 global. El equipo, ya dirigido por Frank Lampard de forma interina, apenas ofreció resistencia. Para ver el resumen de la ida pincha aquí y el de la vuelta.
Un punto de inflexión hacia la reconstrucción
Esa campaña europea supuso el final de una etapa y el inicio forzoso de una reconstrucción. El Chelsea quedó fuera de las competiciones europeas en la 2023/24 por primera vez desde 2016, y con ello perdió parte del prestigio que había recuperado tras ganar la Champions en 2021.
Hoy, el Chelsea aún busca volver a ese escenario. Con una plantilla joven y un proyecto que intenta estabilizarse, el recuerdo de su última Champions sigue presente como advertencia de lo que ocurre cuando el desorden pesa más que el talento. La caída fue dura, pero el reto ahora es aprender de ella para volver más fuerte.
