El técnico valencianista, pese a la buena imagen mostrada en las dos primeras jornadas, no estaba satisfecho con los resultados. Sabía que había aspectos por corregir, sobre todo en el once inicial y en la gestión de los cambios. Por ello, en la tercera jornada introdujo las modificaciones que consideraba necesarias, una apuesta que le salió perfecta y permitió al conjunto che sumar sus tres primeros puntos en La Liga.
Cambio en la zaga del Valencia CF
Carlos Corberán introdujo cuatro novedades en el once respecto al duelo ante Osasuna en El Sadar: dos en defensa, una en el centro del campo y otra en la delantera. En la zaga apostó por Mouctar Diakhaby y Jesús Vázquez. El central guineano ocupó el lugar de un José Copete que no ha arrancado la temporada a su mejor nivel y fue de los mejores del partido con un gol y una gran actuación defensiva. El lateral entró por José Luis Gayà, sancionado tras su expulsión en Pamplona.
El centro del campo tiene nuevo dueño
En la medular, una de las grandes incógnitas que habían dejado las dos primeras jornadas era si Pepelu era el jugador adecuado para suplir a Enzo Barrenechea en el pivote. Corberán parece haber encontrado la respuesta: no. La titularidad fue para Santamaría, que se adueñó del encuentro liderando la sala de máquinas valencianista. Con criterio en la salida de balón, buena colocación, capacidad de robo y una serenidad poco habitual en el equipo, el centrocampista francés se convirtió en una de las piezas clave para que el técnico impusiera su plan y el Valencia CF dominara al Getafe CF.
Reorientación de la delantera
En ataque había poco que retocar: la delantera es una de las grandes armas de este Valencia CF y Corberán lo tenía claro. Aun así, con tantas incorporaciones recientes, el técnico debía repartir roles y protagonismo. Así, Hugo Duro regresó al once para situar a Danjuma en la banda izquierda, zona en la que se siente más cómodo y genera mayor peligro. Diego López actuó con libertad como mediapunta, moviéndose por detrás de Duro, mientras que Luis Rioja volvió a hacer lo que mejor sabe: adueñarse de la banda derecha y convertirse en una auténtica pesadilla para su marcador.
El banquillo cobra sentido
Con el 2-0 en el marcador, Corberán también pudo mirar al banquillo y aprovechar los recursos disponibles para mantener el ritmo ante la intensidad del Getafe de Bordalás. Pepelu sustituyó a Javi Guerra y, liberado de tareas defensivas, ofreció una versión mucho más influyente que cuando actúa como pivote. Por su parte, Dani Raba, que en El Sadar fue sustituido pronto por la expulsión de Gayà y en Mestalla arrancó desde el banquillo, entró en el 62’ con gran energía. Se colocó por detrás de Hugo Duro y, gracias a su movilidad, incomodó constantemente a la zaga azulona durante la media hora que estuvo en el campo.
En el tramo final, Copete ingresó en el minuto 83 para reforzar una defensa de cinco, ocupando el perfil izquierdo y aportando seguridad en la recta final para asegurar los tres puntos antes del parón de selecciones. Poco después, en el 87’, llegó el turno de Ramazani. Pese a disponer de pocos minutos, el extremo belga aprovechó un despeje de Diakhaby para transformarlo en un pase al espacio perfecto, que dejó a Hugo Duro en posición de firmar el 3-0 y estrenarse como goleador en la temporada 2025/26. Procedente del Leeds United, Ramazani promete ser un auténtico puñal por la banda derecha, ya sea como titular o entrando desde el banquillo.
