El Valencia CF volvió a perder en la jornada 11 de La Liga, esta vez ante el líder, el Real Madrid. El equipo ché ya es 18º tras el primer tercio de la competición casi completado. Carlos Corberán parecía haberle dado un lavado de cara a la plantilla al principio de temporada, pero con el paso de los partidos el juego ha decaído hasta un punto en el que el equipo parece no tener un plan de partido claro desde el inicio.
El proyecto se tambalea
El desembarco de Corberán en Mestalla generó ilusión durante el verano, especialmente por su apuesta por un fútbol valiente y de posesión. Sin embargo, los resultados no han acompañado. Tras once jornadas, el Valencia suma apenas 9 puntos, con solo dos victorias, tres empates y un preocupante déficit ofensivo. Las dudas sobre la capacidad del equipo para reaccionar comienzan a extenderse entre la afición y la directiva.
Corberán no se encuentra
El equipo valenciano comenzó la temporada con ilusión, encadenando no solo buenos resultados, sino buenas actuaciones tanto individuales como colectivas. Los futbolistas sabían a qué jugaban y el equipo era un bloque que peleaba cada balón como si fuera el último, lo que llevó a obtener dos victorias importantísimas ante el Getafe CF y el Athletic Club que ilusionaron a la afición.
Los malos resultados afectaron anímicamente a los jugadores, y el juego también desapareció del equipo de Corberán.
Un vestuario dividido
Según diversas fuentes cercanas al club, el ambiente en el vestuario no es el mejor. Algunos jugadores cuestionan la rigidez táctica del técnico, mientras otros defienden su método y piden paciencia. La falta de resultados empieza a tensionar las relaciones internas, y la sensación general es que Corberán necesita un golpe de efecto para recuperar la confianza del grupo.
Resultados o cambio
Desde la cúpula del Valencia CF se insiste en mantener la calma, aunque la continuidad del entrenador dependerá de los próximos partidos. La visita al Betis y el derbi frente al Levante se antojan decisivos para el futuro de Corberán. Si no llegan los puntos, el club podría plantearse un cambio en el banquillo antes del parón internacional.
