Croacia cumplió con los pronósticos, pero no sin sufrimiento. Las Islas Feroe sorprendieron en el minuto 16 con el gol de Turi, aprovechando un desajuste defensivo. Sin embargo, la reacción no tardó: en el 23, el central del Manchester City, Joško Gvardiol, empató el partido con un remate contundente tras una jugada a balón parado. El primer tiempo se cerró con un 1-1 que dejó todo abierto.
Musa y Vlašić sentencian
En la segunda parte, Croacia ajustó el ritmo y la calidad terminó imponiéndose. Petar Musa firmó el 2-1 con una gran definición dentro del área y encarriló un triunfo que necesitaban para cerrar la clasificación. Y en el minuto 70, Nikola Vlašić hizo el 3-1 definitivo con un disparo preciso que terminó de desarmar al conjunto feroés.
Modric, el eterno líder
A sus 40 años, Luka Modrić volvió a ser titular y pieza clave del mediocampo. No solo lideró las transiciones, sino que volvió a demostrar que su nivel competitivo sigue siendo de élite absoluta. Todo apunta a que jugará otro Mundial más, un hito histórico para una de las leyendas del fútbol europeo.
Croacia, clasificada y en gran momento
Con esta victoria, Croacia alcanza los 19 puntos en el Grupo L y, con un solo partido restante, ya está clasificada matemáticamente para el Mundial. El conjunto de Dalić llega en un estado de forma espectacular, mezclando experiencia de clase mundial con una generación joven de enorme talento. Además, el vestuario transmite una sensación de estabilidad y confianza que no siempre es habitual en las clasificatorias. La mezcla entre la veteranía de Modrić o Perišić y la energía de jugadores como Gvardiol, Sučić o Musa convierte a esta selección en una amenaza real para cualquier rival. Si mantienen este nivel, Croacia puede ser una de las grandes tapadas del torneo en 2026.
