La era Xabi Alonso está a tan solo tres días de comenzar. Después de una semana de entrenamientos con más canteranos que jugadores del primer equipo, el entrenador dispondrá de todos los futbolistas, exceptuando a los lesionados, por primera vez. Vinicius, Arda Güler y Lunin esperaban en Estados Unidos al resto de sus compañeros y ayer se incorporaron al grupo.
Apuesta fuerte del club
En su llegada al hotel donde se alojará el combinado blanco, el tolosarra lanzaba un mensaje claro respecto a cómo afrontarán los días previos al encuentro ante Al Hilal. “Se tiene que acelerar todo porque tenemos poco tiempo”, señalaba. Es evidente que la entidad ha depositado muchas esperanzas en el Mundial de Clubes. La inversión en los fichajes de Huijsen y Alexander Arnold lo refrenda. En el caso del defensa español, el club de Concha Espina tuvo que desembolsar los 58 millones que estipulaba su cláusula. En paralelo, para adelantar la incorporación como agente libre del inglés, prevista para el 1 de julio en un momento inicial, los dirigentes madridistas se vieron obligados a abonar una cantidad cercana a los 10 millones al Liverpool.
Asimismo, había consenso en la cúpula sobre la necesidad de contratar a Álvaro Carreras como lateral izquierdo. Sin embargo, las negociaciones con el Benfica no fueron fructíferas y finalmente disputará la nueva competición creada por la FIFA con la elástica lusa. El fichaje que sí se ha hecho oficial es el de Franco Mastantuono, pero se enrolará al bloque merengue en agosto.
Muchas expectativas, poco tiempo
Así las cosas, ahora el foco está en Xabi Alonso y en cómo encajará las piezas en el tablero. Entrenador y mandatarios ambicionan ser los primeros ganadores de la competición y quieren devolverle la ilusión a la afición tras una temporada muy decepcionante. El premio económico y el prestigio lo convierten en una prioridad. No obstante, a pesar de las expectativas, es inequívoco que el ex del Bayer Leverkusen solo ha dispuesto de una semana para preparar el torneo.
La exigencia es una seña de identidad en el Real Madrid, y no será diferente en la cita mundialista. El técnico la conoce de primera mano y en las primeras sesiones de entrenos ya se le ha visto aplicar mucha intensidad. Con la idea de practicar el fútbol vistoso que le caracteriza y recuperar el compromiso defensivo, la mayor incógnita reside en el once por el que apostará.
¿Qué hará Xabi Alonso?
En el aire está el papel que tendrán futbolistas como Rodrygo , Arda o Ceballos, así como quién ocupará el lateral zurdo. Habrá que ver también si los lesionados Militao, Rüdiger, Carvajal y Alaba pueden aportar algo. Los que sí que, en principio, están totalmente descartados, son Mendy, Endrick y Camavinga. El sistema es otro motivo de duda: el 3-4-3, el 4-4-2 y el 4-3-3 son los más probables, aunque ya dejó caer en su primera rueda de prensa que el fútbol actual”te pide ser flexible“. La confianza en los canteranos parece ser máxima. De hecho, diez de ellos han volado a Miami (Fran González, Mestre, Youssef, Jacobo Ramón, Fortea, Diego Aguado, Chema, Mario Martín, Gonzalo y Victor Muñoz).
En definitiva, el Mundial de Clubes será un banco de pruebas, pero la responsabilidad del entrenador es máxima. Pese a que se trate de un proyecto a medio-largo plazo y con muy poca cocción en este punto, la hinchada ansía ver mejoría en el equipo. Otro chasco sería muy difícil de asimilar. El tiempo apremia. El Hard Rock Stadium, primera parada de este nuevo Real Madrid.
