Después de 16 meses de ausencia por una grave lesión de ligamento cruzado, David Alaba está de vuelta en la selección de Austria. Su regreso no podía llegar en mejor momento, ya que el equipo dirigido por Ralf Rangnick se juega su ascenso a la Liga A de la UEFA Nations League en un crucial enfrentamiento contra Serbia el próximo 20 de marzo.
El capitán austríaco, que ha trabajado muy duro en su recuperación, es una pieza fundamental tanto dentro como fuera del campo. Su liderazgo, experiencia y versatilidad pueden marcar la diferencia en una eliminatoria donde cada detalle cuenta.
La influencia de Alaba en el equipo
El regreso de Alaba no solo refuerza la defensa de Austria, sino que también le da mayor estabilidad en salida de balón desde la última línea y en el centro del campo. Su capacidad para jugar en distintas posiciones permite a Rangnick contar con un recurso táctico magnífico.
Además, la presencia del jugador del Real Madrid eleva la moral del equipo. Austria ha mostrado un buen rendimiento sin él, pero contar con su capitán en un partido decisivo aporta confianza y seguridad a sus compañeros.
Un duelo de alto nivel
Una de las grandes preguntas es el estado físico de Alaba tras su prolongada ausencia. Aunque ha sumado minutos en el Real Madrid en las últimas semanas, el cuerpo técnico austríaco espera gestionar cuidadosamente su tiempo de juego para evitar una recaída.
Austria se enfrenta a una selección serbia con figuras como Dušan Vlahović y Sergej Milinković-Savić, lo que exigirá máxima concentración defensiva. La capacidad de Alaba para organizar la defensa y anticiparse a las jugadas del rival puede ser un factor determinante en el resultado.
Si Austria consigue superar este desafío, la presencia de su capitán en el equipo podría ser el impulso necesario para consolidarse de nuevo en la élite del fútbol europeo. Ahora, todas las miradas estarán puestas en David Alaba y su esperado redebut en la selección.
