El excentrocampista inglés David Beckham es una de las caras más reconocibles del fútbol mundial. Su carisma, su talento y sus polémicas fuera del campo le han convertido en uno de los personajes más aclamados del panorama mundial. Incluso a día de hoy, 12 años después de su retirada, sigue siendo noticia en los medios por esta polémica foto vestido del Arsenal.
Y es que estos últimos días ha corrido como la pólvora una imagen de David Beckham ataviado con un chándal del Arsenal. Muchos han sido los fans que no comprendían el contexto de la situación ya que, al ser Beckham toda una eminencia en el Manchester United, no cabía en la cabeza que llevase los colores de sus más acérrimos rivales.
Fichaje por Los Ángeles Galaxy
Para comprender esta foto hay que remontarse al año 2006. El contrato de Beckham con el Real Madrid estaba por terminar y el inglés quería probar nuevos retos fuera de Europa. Como caída del cielo, llegó una oferta de Los Ángeles Galaxy. Finalmente, fichó oficialmente por el club en enero de 2007, aunque su llegada a Los Ángeles se concretó para la temporada de la MLS 2007, que comenzó en la primavera de ese mismo año. Su contrato fue de cinco años.
La temporada regular en Estados Unidos empieza en febrero y acaba en octubre. Esto deja 3 meses del año sin competición, periodo que muchos futbolistas aprovechan para viajar a Europa y mantenerse en forma. Uno de estos jugadores fue Beckham, que en noviembre de 2007 volvió a la que fue su casa durante más de 10 años, al Manchester United. Sin embargo, Sir Alex Ferguson se opuso a su retorno y no le permitió entrenar con ellos.
La ‘venganza’ de Beckham: el Arsenal
Al recibir la negativa de los ‘Red Devils’, la estrella inglesa se marchó a Londres y buscó cobijo en la guarida de sus rivales: el Arsenal. El rechazo de Ferguson a Beckham había llegado a los oídos de Arsene Wenger, el histórico entrenador de los ‘Gunners‘, y vio una oportunidad perfecta de dar un golpe sobre la mesa en Inglaterra. Así fue como se fraguó el sí de Wenger a Beckham.
Beckham se estuvo entrenando con el Arsenal durante varias semanas, manteniéndose en forma antes de regresar a Los Ángeles. La imagen de él vistiendo el chándal del Arsenal se convirtió en una anécdota curiosa, que reflejó tanto su profesionalismo y compromiso con su nuevo equipo como la rivalidad entre los dos grandes clubes del fútbol inglés.
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