Chamartín tiene un nuevo guardián, y tiene nombre y apellido: Dean Huijsen. Desde su llegada al Real Madrid, el zaguero español ha causado sensación. Su alto rendimiento tanto en defensa como en la distribuición del juego merengue le ha otorgado la titularidad. Eso sí, Xabi Alonso todavía no tiene clara del todo la idea de quién puede acompañar a Huijsen en la retaguardia de los blancos. A pesar de las dudas, el entrenador tolosarra cuenta con una amplia gama de defensas donde poder elegir al candidato ideal. De los 4 centrales disponibles (sin contar a Huijsen), ni Alaba ni Asencio han contado con minutos en lo que llevamos de temporada. Por lo que, los favoritos a ser la pareja de baile de Huijsen son Rüdiger y Militao.
Antonio Rüdiger, la solución más “fiable”
A priori, el alemán es quien tiene el mayor número de papeletas para trabajar codo a codo con Huijsen. Rüdiger regresa con fuerza tras superar una lesión muscular que lo tuvo fuera de los terrenos de juego durante semanas, aporta experiencia, solidez y carácter de líder en cada acción defensiva. Su presencia devuelve confianza a la zaga y garantiza que los momentos de presión se afronten con seguridad.
Junto a él, Huijsen ofrece el contrapunto perfecto. Su madurez futbolística junto a la juventud del español hacen una combinación perfecta. Además, existe aún más compatibilidad al ser Rüdiger un central más destructor y Huijsen uno más técnico. La conexión músculo y cerebro parece ser, de momento, la opción favorita de Xabi Alonso.
Eder Militao, la opción favorita de los aficionados
La sociedad entre Éder Militao y Dean Huijsen empieza a dibujarse como una de las grandes incógnitas, y al mismo tiempo esperanzas, del Real Madrid. Para el brasileño, cada minuto sobre el césped tiene un valor especial: vuelve a sentirse futbolista después de superar una larga lesión de ligamento cruzado que lo tuvo fuera de combate durante prácticamente toda una temporada. Su regreso no solo supone recuperar a uno de los centrales más rápidos y contundentes del mundo, sino también devolver jerarquía y liderazgo a la zaga.
Mientras Militao impone respeto en los duelos y corrige con su potencia física cualquier desajuste, Huijsen ofrece calma, visión de juego y una salida limpia que alivia la presión rival. Dos estilos distintos, pero que en el campo se entienden como piezas complementarias de un mismo engranaje.
La combinación resulta tan atractiva como prometedora: la experiencia y el carácter ganador de Militao se funden con la frescura y la ambición de Huijsen. Juntos pueden convertirse en una pareja de centrales equilibrada, capaz de dar solidez inmediata al equipo y, al mismo tiempo, proyectar el futuro de la defensa blanca. En un momento de transición, donde las lesiones y el calendario han puesto a prueba la profundidad de la plantilla, esta nueva dupla se presenta como una oportunidad para reforzar la seguridad atrás y abrir un horizonte lleno de posibilidades.
