Atlético de Madrid y Valencia CF se jugaban más que tres puntos en el Metropolitano, y la experiencia de Koke y Griezmann fue clave para la victoria rojiblanca. Los de Simeone necesitaban como el comer los tres puntos tras las dos derrotas consecutivas ante Barcelona y Athletic Club. Los de Corberán se marcharon sin premio, pero tras firmar un gran partido ante el Atleti.
Un Valencia CF muy valiente
Sin Luis Rioja, Carlos Corberán cambió la formación para el Metropolitano, jugando sin extremos y con dos carrileros muy largos. Jesús Vázquez y Thierry Rendall fueron los encargados de estirar al Valencia CF y crear problemas a los laterales del Atlético de Madrid, llegando a línea de fondo de manera constante.
El Atleti necesita poco
Los del Cholo Simeone se vieron sorprendidos por el intenso inicio del Valencia CF. Poco a poco, los rojiblancos fueron encontrando su juego y el tempo del partido, logrando dominar la primera parte. La dupla Pubill–Hancko demostró una solvencia defensiva que los de Simeone necesitaban desde hacía tiempo, concediendo muy pocas ocasiones a los blanquinegros en los primeros 45 minutos.
En un córner se desequilibró el partido con el gol del capitán Koke, tras una carambola en el primer palo de la portería de Julen Agirrezabala. El balón de Julián Álvarez se quedó muerto en el área pequeña y, tras una parada de Julen a Matteo Ruggeri, el capitán rojiblanco abrió el marcador en el Estadio Metropolitano.
Beltrán es una maravilla
En la segunda parte hubo cambios y el Valencia CF mejoró, al mismo tiempo que el Atleti se mostraba más incómodo. Lucas Beltrán entró por Diego López y el argentino empató el partido con un regate y un golpeo descomunal desde fuera del área, ante el que Oblak no pudo hacer nada.
Tras el empate, los de Corberán se echaron atrás y perdieron el punto que les había otorgado la valentía mostrada en los primeros minutos de la segunda parte.
Griezmann hace de las suyas
Simeone no estaba contento pese a la ventaja inicial. Su equipo no encontraba el camino hacia el gol y decidió intervenir con un cambio en el descanso y tres más en el minuto 60. Le Normand entró por Molina, lo que llevó a Pubill al lateral, y las salidas de Julián, Nico y Barrios dejaron su sitio a Gallagher, Almada y Griezmann.
Con los cambios el equipo se desestabilizó y la evidente incomodidad con balón derivó en el gol de Lucas Beltrán, que hizo saltar las alarmas en el Metropolitano. Pero entonces apareció el Principito. Aunque no atraviesa su mejor momento y su temporada se está resumiendo en aportar desde el banquillo, volvió a marcar la diferencia. Marc Pubill puso un balón a la espalda de la defensa valencianista y Antoine Griezmann lo bajó con una caricia para batir a Julen Agirrezabala con una volea de izquierda.
La mítica contundencia
El partido fue trabado y espeso en la creación de ocasiones, con muchas interrupciones y pocas opciones claras para ambos conjuntos. Sin embargo, la calidad de Griezmann y Koke en el área valencianista, unida al menor acierto del equipo che, decantó la balanza para otorgar los tres puntos a los de Simeone, que los necesitaban para no descolgarse de la pelea por La Liga.
Por su parte, los de Corberán no sacaron premio de un gran partido en el que se vio un nuevo Valencia CF: con carrileros, sin extremos y con mucha valentía en campo rival. Aunque no sumen puntos, los de Mestalla pueden extraer conclusiones muy positivas de su buen desempeño en uno de los campos más difíciles de Primera División.
