Deportivo Alavés y Atlético de Madrid firman las tablas en Mendizorroza con un resultado más válido para los locales que para los visitantes, en su lucha por la permanencia en la categoría de oro del fútbol español.
Empate que agua los 55 años de Simeone, 18 en el club de su vida, en un encuentro en el que volvieron a mostrar las mismas carencias que dejaron al equipo sin opciones de títulos esta temporada. Los rojiblancos se atascan ante el decimoquinto equipo de la clasificación, y firman su cuarto pinchazo lejos de la capital en las últimas jornadas.
A domicilio, la asignatura pendiente
Puede parecer paradójico decir que el cuarto mejor visitante de la competición doméstica tiene amplio margen de mejora en este aspecto, pero es la realidad. Un equipo que pretender seguir la estela de FC Barcelona y Real Madrid en la lucha por cantar el alirón no puede permitirse pinchar más que ganar lejos del Estadio Metropolitano.
El Atlético de Madrid lleva tiempo arrastrando este problema, sin ir más lejos, jugar fuera de casa la temporada pasada era más que una visita el dentista, y pese a que este año Diego Pablo Simeone ha reducido la sangría, aún queda mucho trabajo por hacer.
Ya sabemos que el Atlético se atasca fuera de casa, ya lo apuntó el técnico argentino en la previa del partido, pero las comparativas son odiosas. Mientras que en casa han ganado 12 encuentros, sumado 40 puntos e hincado la rodilla en tan solo una ocasión, frente al líder y favorito para el campeonato, pone en perspectiva el mayor problema de los rojiblancos en las últimas campañas.
Si comparamos los datos contra los rivales directos del club, el Atlético de Madrid sale aún peor parado, habiendo ganado solo uno de sus últimos cinco partidos fuera de casa, mientras que FC Barcelona y Real Madrid han ganado los últimos cuatro y tres partidos fuera de casa respectivamente, superando ambos la treintena de puntos lejos de su fortín.
