El Real Madrid se prepara para disputar una nueva final de la Copa del Rey, esta vez ante su eterno rival, el FC Barcelona. Será este sábado 26 de abril en La Cartuja, y no se trata de una final cualquiera: es la primera vez que ambos colosos del fútbol español se enfrentan en la definición del torneo desde 2014. Para llegar hasta aquí, el conjunto blanco ha atravesado un camino lleno de obstáculos, remontadas y actuaciones individuales brillantes que lo mantienen con vida en todas las competiciones.
El estreno en el torneo fue cómodo, con una goleada 0-5 frente a la C.D. Minera que sirvió para ganar ritmo y confianza. Sin embargo, el verdadero carácter del equipo empezó a asomarse en los octavos de final ante el Celta de Vigo. El Madrid ganaba 2-0 en el minuto 83, pero un doblete gallego forzó la prórroga. Allí aparecieron los jóvenes: Endrick, con personalidad de veterano, y Fede Valverde, con su despliegue habitual, sellaron una victoria agónica por 5-2 que dejó una advertencia: este equipo no se rinde.
De la prórroga a la final: así se construyó el pase del Real Madrid
- Goleada en el debut ante el C.D. Minera
- Agónica clasificación frente al Celta tras la prórroga
- Victoria ajustada contra el Leganés en Butarque
- Eliminatoria frenética ante la Real Sociedad: global de 5-4
- Endrick, Valverde y Bellingham como protagonistas clave

En cuartos de final, los blancos se midieron al Leganés en Butarque. El duelo fue más ajustado de lo esperado, pero el oficio y la pegada del Madrid le dieron un triunfo por 2-3, en el último minuto con un Gonzalo salvador, que le abrió las puertas a unas semifinales de alto voltaje frente a la Real Sociedad.
En esa eliminatoria a doble partido, el equipo de Ancelotti volvió a mostrar solidez fuera de casa y dudas en el Bernabéu. Endrick marcó el único tanto en la ida en San Sebastián, y en la vuelta, un frenético 4-4 aseguró el pase a la gran final con un global de 5-4. Más allá del resultado, quedó claro que el Madrid sabe sufrir y competir incluso cuando el partido se descontrola.
Ahora, el equipo llega a la final con incertidumbre en la defensa por las lesiones de Alaba y Camavinga, pero con muchas ganas de revertir la situación. Con figuras como Bellingham, Vinicius y un banquillo profundo, el Real Madrid tiene argumentos de sobra para creer. La Copa del Rey es el primer título nacional del año, y en una temporada donde cada partido es una batalla, este clásico en Sevilla puede definir mucho más que un trofeo.