Noche histórica en San Mamés. Ayer, a partir de las 21:00, la Catedral fue el escenario de un auténtico partidazo de fútbol en el que se enfrentaron el Athletic Club y el Paris Saint-Germain. El partido correspondiente a la sexta jornada de la fase regular de la Champions League terminó 0-0, haciéndole sumar un punto a los rojiblancos que les mantiene con las opciones de clasificación vivas.
El balón comenzó a rodar cuando el reloj marcaba las nueve de la noche, pero el ambiente festivo en el estadio y en todo Bilbao comenzó mucho antes. La capital vizcaína volvió a vivir uno de esos días increíbles donde el Athletic es el ingrediente principal y que culminó con un partido que dejó a toda la afición orgullosa de su equipo.
El Athletic mantiene sus opciones vivas
A falta de dos jornadas, el empate permite sumar cinco puntos al equipo de Ernesto Valverde, que lo sitúa en el puesto 28 de la clasificación. El equipo tiene a tan solo dos puntos el ansiado puesto 24, que da acceso a la eliminatoria de playoff para la siguiente ronda. En el camino tienen que viajar a Bérgamo para enfrentarse a la Atalanta y, en la última fecha, recibirían al Sporting de Portugal en San Mamés. Ernesto Valverde defendió que el objetivo es claro: ganar los dos partidos restantes para entrar en la siguiente ronda.
Por su parte, el PSG de Luis Enrique ya tiene en su mochila un total de 13 puntos que lo ubican tercero en la tabla. El vigente campeón de Europa está cumpliendo con las expectativas y se encuentra en la zona de acceso directo clasificatoria. En su caso, les queda viajar a Lisboa para enfrentarse al Sporting, y en la última jornada reciben al Newcastle de la Premier League en el Parque de los Príncipes.
El partido de anoche se caracterizó por la alta intensidad a la que se jugó. Valverde presentó un once muy reconocible donde destacaba la posición de Yuri, que actuó de central junto a Vivian, dejando el lateral izquierdo a Adama. El capitán Iñaki Williams, que regresaba a la convocatoria, no dispuso de minutos de juego. Por parte de Luis Enrique, recuperaba a Nuno Mendes en el lateral, y Mayulu fue quien actuó como falso nueve ante la ausencia de Ousmane Dembélé.
Propuesta al puro estilo San Mamés
El encuentro mantuvo un guión estable donde el PSG, como de costumbre, fue protagonista con la pelota. Los locales salieron con un bloque alto donde trataron de incomodar la salida parisina, para el gusto de San Mamés, que disfruta cuando su equipo aprieta. Durante la primera mitad no hubo grandes oportunidades de gol, más allá de un disparo lejano de Berenguer a balón parado que despejó Safonov y un remate en el interior del área de Mayulu que repelió Unai Simón, el mejor del partido.
Los primeros minutos del segundo periodo fueron de sufrimiento para el Athletic. Los locales acusaron el esfuerzo realizado hasta entonces y el PSG pudo llegar con mucha claridad. Por suerte, Unai Simón pudo resistir las intentonas parisinas completando seis paradas de mucho mérito. La más clara la tuvo Barcola, que, tras una galopada impresionante por banda izquierda, reventó la pelota contra el larguero cuando se quedó solo contra el portero de Murgia.
La energía regresó desde el banquillo
Los cambios de Valverde volvieron a llenar de energía al equipo, que pudo volver a apretar e incomodar al conjunto francés. En esa labor, Unai Gómez y Asier Hierro (que debutaba en San Mamés) hicieron un trabajo espléndido permitiendo al Athletic robar y tener algún acercamiento a la meta rival.
Además, San Mamés aupó a los jugadores en ese último tramo con un auténtico recital de todos los athleticzales, que entonaron a todo pulmón el clásico «a por ellos oé». Tras el pitido final, el público se rindió ante sus jugadores y agradeció el esfuerzo realizado en una comunión que llena de optimismo para clasificarse a la siguiente ronda.
Tras un inicio de temporada dubitativo, el equipo vizcaíno ha encadenado dos partidos del más alto nivel (Atlético de Madrid y PSG) donde se ha vuelto a ver a un Athletic reconocible. El punto de inflexión que llevaban buscando desde el comienzo de la temporada parece haber llegado a Bilbao, y cuando el Athletic está bien es un equipo que puede ganar a cualquiera.
