El Espanyol ha hecho los deberes. Una victoria ante Las Palmas garantizaba la salvación de los pericos. Y aunque el partido no ha sido el mejor, los de Manolo González han hecho los deberes y seguirán una temporada más en Primera División. Primero Puado transformaba un dudoso penalti de Essugo sobre Alejo Véliz, y después Pere Milla definía a la perfección ante Horkas para sentenciar el partido. El Leganés hizo los deberes en Butarque ante el Valladolid, pero los pepineros jugarán en Segunda División la próxima temporada.
Cinco derrotas consecutivas habían sumido al Espanyol en la pelea por el descenso hasta esta última jornada. Una gran segunda vuelta de los pericos les situaron con 39 puntos a falta de seis jornadas para el fin de la competición. Pero los resultados dejaron de darse y las dudas comenzaron a llegar. Afortunadamente, este último partido en el RCDE Stadium era frente a un equipo ya descendido y sin nada en juego como Las Palmas, lo cual facilitaba un poco las cosas. Y tras una primera parte llena de nerviosismo, el capitán se echó el equipo a la espalda y selló la permanencia.
Invasión de campo para celebrar
En cuanto Muñiz Ruiz señaló el final del encuentro, miles y miles de aficionados del Espanyol saltaron al césped a celebrar. La gran mayoría se dirigían en primera instancia a Joan García, uno de los héroes de la salvación y un portero que, con casi toda probabilidad, abandonará la disciplina perica. Los otros grandes protagonistas fueron el capitán, Puado, cuyo futuro es incierto al acabar contrato, Roberto Fernández, un jugador cedido, y Manolo González, técnico y principal artífice de la permanencia.
El Espanyol se salva con polémica
El partido del Espanyol no estaba siendo para nada brillante. Mediada la segunda parte, un balón hacia el área amarilla buscando a Alejo Véliz terminó siendo penalti. Essugo, quien tenía la posición ganada, contactaba con la pierna del atacante argentino, cuyo control iba en dirección opuesta a la portería de Horkas, y Muñiz Ruiz señalaba penalti. Desde el VAR no corrigieron la decisión del colegiado, y Puado transformaba el penalti para desatascar al cuadro perico y acercarles a la permanencia. Una acción que traerá cola y de la que se acordarán en Leganés durante mucho tiempo.
