El técnico del Girona FC, Míchel Sánchez, vive un momento de preocupación creciente tras la decadencia de la presente temporada. Aunque en temporadas recientes el club había logrado hitos significativos, esta temporada está resultando más exigente de lo previsto. La permanencia en la máxima categoría se ha convertido en el objetivo principal, cuando en años anteriores se aspiraba a ganar la competición y no mantenerse.
Los problemas que enfrenta son varios: un arranque irregular de campaña, falta de constancia en los resultados, ausencias o bajo rendimiento de jugadores clave, y la presión que conlleva haber alcanzado hace poco metas históricas para el club. Tras unas jornadas complicadas, el equipo acumula numerosas derrotas, lo que hace que haya una gran intranquilidad en el banquillo y en el club.
A pesar de ello, Míchel trata de mantener la calma y la ilusión en el vestuario, defendiendo que la estructura del club es sólida y que “trabajaremos desde ya para mejorar y poder seguir creciendo como club”. Sin embargo, la exigencia cada vez es mayor al igual que el descontento de la afición, ya que han visto a su equipo competir por Europa y ahora buscan luchar por su permanencia. De ahí que el técnico madrileño aparezca como una pieza clave para dotar de estabilidad al equipo, pero también se ve cuestionado si no logra encauzar el rumbo del equipo.
El técnico madrileño: Míchel Sánchez
Míchel Sánchez, nacido el 30 de octubre de 1975 en Madrid, llegó al Girona FC en julio de 2021. Desde su llegada, ha implementado un estilo de juego que combina orden defensivo con intención ofensiva, y ha logrado hitos importantes: el ascenso a Primera División, la consolidación del equipo en la élite y una sorprendente clasificación para competiciones europeas.
Una de sus mejores temporadas fue la 2023-24, en la que el Girona FC alcanzó por primera vez puestos de alta clasificación en LaLiga y se acercó al gran sueño europeo. Antes del Girona, ya había logrado ascender con el Rayo Vallecano en la temporada 2017-18 y con el SD Huesca en la temporada 2019-20.
Míchel es valorado por su capacidad para potenciar jugadores jóvenes, inculcar una identidad colectiva y una pasión por el deporte. Como entrenador es consciente del contexto: antes del Girona FC dirigió equipos para los que el ascenso era prioridad, y ahora está en un club con otros niveles de exigencia.
