El gol de Kounde, la manita de la Supercopa y La Liga en Cornellà: los mejores momentos del Barça en 2025

El Barça cierra el 2025 con un triplete nacional y un año que nunca olvidará con momentos inolvidables para los aficionados culés

El Barça cierra un año 2025 excelente. Muy cerca del sobresaliente. En la escuela cualquier profesor le daría un 9. El equipo dirigido por Hansi Flick ha logrado un triplete nacional: Supercopa, Copa y Liga. Un éxito rotundo que cualquier aficionado blaugrana hubiese firmado con los ojos cerrados a principios de este año. Muchos son los momentos que los culés recordarán del 2025. Como, por ejemplo, el gol de Kounde en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid; la manita en la Supercopa ante el eterno rival o la consecución de La Liga en el campo del Espanyol con dos golazos de Lamine Yamal y Fermín, entre otros muchos instantes.

Los datos del Barça en 2025 son abrumadores. Es el año que más goles han anotado desde el 2016 con 169 tantos en 60 partidos. En ataque, los de Flick se han desatado. Y en defensa, los blaugranas han firmado a Joan García, un muro que ha devuelto la seguridad en portería. En total, de los 60 partidos que ha disputado el Barça, ha ganado 46, siendo el año que más victorias se han obtenido desde 2015, cuando se consiguió el triplete de la mano de Luis Enrique.

No se ganó la Champions, pero el 2025 quedará siempre en la retina de todos los blaugranas como el año en el que el Barça volvió a resurgir de sus cenizas. Tras muchas penumbras con Bartomeu en la presidencia; catástrofes y ridículos en Europa; y dudas con los entrenadores, el Barça de la mano de Flick volvió a ser un equipo dominante y respetable en el viejo continente.

El indicador que marca como están los grandes equipos en enero es la Supercopa de España. Y este año no defraudó. Barça y Madrid se vieron las caras en la final en el primer trofeo de la temporada. Lamine contra Mbappé. Y como ya pasó en el primer duelo entre ellos en liga en el Bernabéu, el conjunto de Flick le pasó la mano por la cara al de Ancelotti, y nunca mejor dicho. El Barça venció a su eterno rival y se llevó el título por un contundente 2-5.

La primera parte del Barça fue un vendaval. Los equipos se fueron al descanso con un 1-4 favorable a los blaugranas. El Madrid ni las venía venir. Courtois, desesperado porque no podía hacer nada contra un equipo muy superior a ellos. Pese a ello, Mbappé marcó el 1-0 inicial. Poco le duró la alegría. Lamine Yamal respondió con un golazo que empató el encuentro. Lewandowski marcó el 1-2 de penalti. Poco después, el Barça de Flick arrasó de la mano de Raphinha, que marcó un doblete, y de un gran Baldé, que también marcó en el 2-5 final.

El Barça de Flick venía de conseguir media liga ante el Real Madrid en Montjuic en la victoria por 4-3. Uno de los partidos más icónicos del 2025 y uno de los triunfos más épicos del conjunto blaugrana. Aunque para certificar matemáticamente el título liguero tenían que ganar en el estadio del Espanyol. Un feudo siempre hostil para el Barça y más con el conjunto perico jugándose el descenso a Segunda División.

El partido se fue al descanso 0-0 con ambos equipos muy poco ofensivos y mucho miedo a perder. En cambio, en la segunda parte el Barça salió al campo con ganas de conseguir los tres puntos que le dieran La Liga. Cuando hay partidos estancados siempre aparecen las estrellas. Y en un derbi no iba a ser menos. Lamine Yamal puso la directa, se metió para dentro y desde fuera del área envió el balón teledirigido a la escuadra. Un balón imposible para Joan Garcia. Los blaugranas aguantaron el arreón local y en el descuento, Fermín sentenció con el 0-2. Con este resultado, el Barça conseguía el título de liga y su triplete nacional en la temporada.

El 26 de abril de 2025 será un dia que recordaran todos los aficionados culés. Barça y Madrid se veían las caras por tercera vez en esa temporada por la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja, Sevilla. Los de Flick habían ganado los dos clásicos previos y el Barça llegaba como, ligeramente, favorito. Aunque un duelo entre los dos eternos rivales siempre se igualan las ternas.

El Barça empezó mejor y Pedri avanzó a su equipo con un golazo a la escuadra imposible para Courtois. Los culés perdonaron el segundo gol y en la segunda parte el Madrid se creció. Mbappé, que estaba tocado y salió en el segundo tiempo, marcó un gran tanto de falta para poner el 1-1. Poco después, Tchouaméni marcó el 1-2 haciendo estallar la euforia en toda la parroquia merengue desplazada a La Cartuja.

El Barça tenía que reaccionar y lo hizo. Lamine Yamal volvió a aparecer y hizo un gran pase que dejó solo a Ferran Torres, que no perdonó y empató la final. 2-2. El encuentro se fue a la prórroga y la tensión se palpaba en el ambiente. Todo el mundo esperaba la aparición de una estrella para decantar la final, pero no fue así. Kounde, que estaba cuajando un gran partido, robó un balón a Modric en el 115′ y batió la portería blanca tras un gran chute cruzado. El barcelonismo estalló de alegría. Ganar a tu eterno rival es una gran sensación, pero hacerlo en una final y más en el tiempo de añadido es un momento único y inolvidable.

6 de mayo del 2025. Todos los culés recordarán con nostalgia ese dia. Un dia que pudo pasar a la historia del club blaugrana, pero que por dos minutos no pasó. 10 años después, el Barça estaba a instantes de pasar a una final de la Champions. Los blaugranas enloquecieron con el gol de Raphinha en el minuto 88 ante el Inter de Milán en las semifinales de la Copa de Europa. Flick resurgió a un equipo que daba pena por el viejo continente en las últimas temporadas y lo estaba plantando en la gran final.

Todo era maravilloso. De vinos y rosas. Probablemente, estaba siendo el mejor momento del año. Pasar a una final de la Champions, en San Siro y remontando un 2-0 ante el Inter de Milán. El encuentro estaba llegando a su fin. Lamine Yamal pudo certificar su pase, pero el balón se topó con el palo. Tan solo una jugada después, Acerbi silenció toda la locura del barcelonismo. Los italianos mataron el sueño culé en la prórroga y convirtió el 6 de mayo en un dia gris. El Barça de Flick, como es habitual, no se vino abajo y tres dias después, ganaron al Madrid en el clásico liguero en Montjuic.

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