El Atlético de Madrid afronta un mes determinante para consolidar su identidad más reconocible: la de un equipo que ha hecho del Metropolitano un territorio casi inexpugnable.
Durante noviembre, los de Simeone no saldrán prácticamente de la capital: todos los partidos se disputarán en Madrid, con el encuentro ante el Getafe en el Coliseum como única excepción.
Un calendario atípico que ofrece la oportunidad de fortalecer su posición en LaLiga y mejorar su candidatura en Champions League, aprovechando el empuje de su afición y el rendimiento que ha convertido su estadio en un auténtico fortín.
En casi dos años de competición, el Atlético solo ha perdido tres partidos como local en Liga: ante Osasuna (1-4, mayo 2024) y dos veces frente al Barça —0-3 en marzo de 2024 y 2-4 en marzo de 2025—. Tres tropiezos aislados que no empañan una racha de fiabilidad y autoridad. En ese tiempo, el equipo ha hecho del Metropolitano un escenario que impone respeto a cualquier rival.
Noviembre, el mes para afianzar el rumbo
Simeone lo tiene claro: el factor casa debe ser un valor diferencial, y este tramo del calendario lo coloca en una posición ideal para consolidar sensaciones.
Con la primera victoria fuera de casa ya conseguida en Sevilla ante el Betis, el equipo llega con confianza y la plantilla recuperando efectivos clave tras un inicio exigente.
En el Metropolitano, el plan está más que ensayado: presión alta, ritmo desde el inicio y máxima concentración en defensa. Cuando el Atlético marca primero, el estadio se enciende. La afición empuja, el rival se hunde y el equipo encuentra su mejor versión.
Esa conexión entre grada y vestuario, tan característica del proyecto Simeone, será la clave para mantener la dinámica positiva y escalar en ambas competiciones.
Logramos un nuevo récord histórico: ¡𝟔𝟏.𝟑𝟎𝟒 𝐚𝐛𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬!
— Atlético de Madrid (@Atleti) October 14, 2025
¡Gracias, afición! ❤️🤍
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El Metropolitano, símbolo de fiabilidad
Los números no engañan: tres derrotas en casi dos temporadas ligueras convierten al Metropolitano en uno de los estadios más difíciles de Europa para puntuar.
El equipo rojiblanco ha sabido combinar intensidad, solidez y jerarquía, tres pilares que definen su crecimiento reciente. Con un calendario concentrado en casa, noviembre puede convertirse en el punto de inflexión de la temporada.
Si el Atlético logra traducir su dominio en victorias y puntos, podría dar un salto clasificatorio que cambie el tono de la campaña, tanto en Liga como en Europa.
El fortín rojiblanco vuelve a estar en pie. Y en un mes sin viajes, el Atlético tiene todo para crecer sin moverse de Madrid.






