El fútbol le debía una al Real Oviedo. 24 años después de poner rumbo al infierno de Segunda División, regresan a la máxima categoría del fútbol español, tras lograr una épica remontada ante el CD Mirandés en el Carlos Tartiere (3) 3-1 (2).
A la tercera va la vencida, pero no para el Oviedo, que lo ha conseguido a la segunda oportunidad que ha tenido para ascender a Primera División, tras llegar a la final del playoff por segundo año consecutivo y derrotar al conjunto jabato.
Santi Cazorla tenía una misión: Ascender al Oviedo
A sus 40 años, Santi Cazorla, tenía un objetivo cuando recaló en el club de su vida: devolver al Real Oviedo a la élite del fútbol español. No hay nada que le haga más ilusión y su sentimiento por el club carbayón está por encima de todo: “Es el partido más especial. He vivido muchas cosas, pero lo que siento por este club lo hace único”, declaró ‘El Mago’.
El Carlos Tartiere y sus cerca de 30.000 almas han vivido esta noche la euforia que solo puede darte ver cómo tu equipo asciende a la LaLiga 24 años después de la mano de un chaval de la casa, que después de ganarlo todo en el fútbol internacional, regresó al Real Oviedo y ha cumplido con su misión.
La figura de Santi Cazorla ha sido fundamental durante toda la campaña en el equipo de Veljko Paunovic, ya fue decisivo en las semifinales del playoff, donde anotó el tanto que metió al Oviedo en la final y hoy también ha hecho lo suyo anotando el gol que inició la épica remontada digna de un ascenso.
Remontada digna de un ascenso
Todo parecía escrito en contra. Tras caer 0-1 en Miranda de Ebro y encajar otro tanto en los primeros compases del partido de vuelta en el Carlos Tartiere, el Real Oviedo veía cómo se cernía sobre él la sombra de una nueva tragedia, similar a la ocurrida el año anterior con el RCD Espanyol.
El temprano gol de Joaquín Panichelli, tras una gran jugada colectiva del Mirandés en el minuto 16, parecía encarrilar el ascenso para los visitantes, con un 0-2 global que pesaba como una losa.
Cazorla e Ilyas: los nombres que ya son historia
Pero entonces apareció la magia. Cazorla, el eterno capitán, asumió la responsabilidad desde los once metros y convirtió el penalti que encendió la chispa de la esperanza entre los más de 30.000 aficionados que teñían de azul las gradas. “Sí se puede” retumbaba con fuerza en cada rincón del Tartiere.
Y esa fe se transformó en éxtasis cuando, en el minuto 52, Ilyas Chaira soltó un latigazo que se coló en la portería rival, igualando la eliminatoria y mandando el encuentro a la prórroga.
Portillo y un gol para la eternidad
Durante los 30 minutos de extra time, hubo más Hypertensión que fútbol, y un estadio conteniendo la respiración. Pero en el minuto 103, todo cambió. PORTILLO se puso la capa de superhéroe, soltó un latigazo imparable que hizo estallar la locura en el Carlos Tartiere.
Un gol que pone el broche de oro, a una magnífica temporada y que vale un ascenso a Primera División junto al Levante y al Elche.
