En Vallecas se ha instalado el optimismo, la alegría y la positividad. Los últimos resultados cosechados por la plantilla de Íñigo Pérez ha hecho que el Rayo Vallecano se permita soñar por objetivos, más allá de la permanencia en Primera División. Las últimas dos victorias frente a Girona y Leganés han aupado al equipo de la franja a la sexta posición de la tabla. A día de hoy les permitiría disputar la UEFA Europa Conference League. La otra cara de la moneda es el Real Valladolid. El equipo vallisoletano es colista con 15 puntos. Tan solo han ganado cuatro de los partidos de la competición. Es el conjunto que más goles en contra ha recibido con un total de 47 tantos.
La última victoria del Valladolid fue el 11 de enero frente al Real Betis. No son buenas las sensaciones que tanto la plantilla como la afición tienen esta temporada en el José Zorrilla. Ya son varios los técnicos que han ocupado el banquillo para tratar de encontrar solución a los problemas que el equipo está presentando, pero no parecer dar con la solución. La culpa recae mucho sobre Ronaldo Nazario y la gestión que ha realizado de la plantilla y la paciencia de los aficionados en Valladolid ya es poca.
El último partido parece ser que fue la gota que colmó el vaso. En La Cerámica, el Villarreal le endosó cinco goles, evidenciando la fragilidad defensiva que atraviesa actualmente el equipo y la poca efectividad en ataque. Joseph Aiddo, Florian Grillitsch, Antonio Candela y Adam Aznou llegaron ayer al equipo blanquivioleta como refuerzos del mercado invernal y pretenden ayudar al equipo a salir de la trágica situación que atraviesa. Se pretende de esta manera que al final de la temporada estén todos felices habiendo alcanzado el objetivo de la salvación, que si se llega a alcanzar será agónica viendo la clasificación.
Íñigo Pérez ha dado con la tecla
El técnico navarro, después de cuajar buenos partidos en las últimas fechas, es precavido y cree que la victoria frente a los blanquivioletas no será sencilla a pesar de lo que marca la clasificación. “Es un partido que puede tener equivocaciones a nivel mental en la preparación”, afirmó ante de los medios de comunicación antes de afrontarlo. No quiere dar por hecho que viniendo el Valladolid de una situación tan complicada, sacar los tres puntos en Vallecas sea pan comido.
Diego Cocca, el entrenador del Real Valladolid, ha incidido en que sus jugadores deben dar el máximo. “Los jugadores están mejorando, lo veo y lo siento. Estamos transitando un camino de esfuerzo, trabajo, mejorar y no conformarnos”, afirma acerca de las sensaciones que les trasmite sus jugadores a pesar del momento anímico. En el Valladolid deben ser fuertes a nivel mental para no derrumbarse antes de lo previsto. “Bienvenidos los conflictos. Necesitamos decirnos las cosas, saber que somos el peor equipo de LaLiga, pero para construir desde esa crítica”. Es necesaria en Pucela esa autorreflexión para no caer al pozo antes de lo previsto.
