Este si es el Real Madrid de Xabi Alonso. El conjunto blanco selló su clasificación para los octavos de final, 3-0 frente al Salzburg y con un Vinícius que volvió a recordar al de las grandes citas. El equipo blanco mostró las primeras pinceladas del estilo que Xabi Alonso busca implantar, una presión alta, un cambio de sistema con tres centrales y una circulación de balón más fluida. Bajo el mando del técnico tolosarra, los destellos de un Madrid renovado comienzan a brillar.
Vinícius vuelve a Sonreir
Gol y asistencia para mandar un mensaje a los que dudaban de él. El brasileño recuperó su mejor versión con una actuación sobresaliente. Su tanto, una obra de arte “made in Real Madrid”, llegó tras un contragolpe perfecto, arrancada imparable, quiebro al defensor y disparo cruzado con su pierna menos hábil. No contento con eso, emuló el mítico “taconazo de Guti” con una asistencia de genio para Valverde, que puso el 2-0 antes del descanso. Vinícius demostró que, cuando está inspirado, no hay defensa que pueda contenerle.
Gonzalo llama a la puerta del primer equipo
El canterano Gonzalo, otra de las sorpresas de este Madrid, volvió a marcar y demostrar su capacidad para asociarse y generar peligro. Aunque su futuro en el once titular depende del regreso de Mbappé, su rendimiento oposita para convertirse en un recurso valioso en partidos complicados. Por otro lado, Bellingham mostró una notable mejoría, siendo clave en el primer gol de Vinícius.
La revolución táctica de Xabi
El Salzburg, un rival de segunda línea europea, apenas pudo plantar cara. La inferioridad del conjunto austriaco quedó demostrada, sobre todo tras la baja de su centrocampista clave, Bidstrup. Aun así, el Madrid no se conformó con la victoria y aprovechó el partido para afianzar la nueva defensa de tres centrales. Tchouaméni, como eje entre Rüdiger y el joven Huijsen, permitió una salida de balón más limpia y dio equilibrio en los momentos de mayor intensidad rival. En ataque, Trent Alexander-Arnold dejó destellos de calidad desde el carril derecho, mostrando su capacidad para generar peligro desde la banda.
Con esta victoria, el Real Madrid no solo asegura su presencia en la siguiente ronda, sino que envía un mensaje claro: este equipo tiene hambre de títulos. Ahora, les espera la Juventus, un rival histórico que, pese a estar en horas bajas, nunca deja de ser peligroso. La evolución táctica de Xabi Alonso será puesta a prueba frente a un equipo de mayor calibre.
