El Real Madrid sufrió una noche de vértigo en el Santiago Bernabéu, donde cayó ante un Celta valiente y ordenado que lo desarmó durante más de una hora. El equipo de Xabi Alonso, sostenido en demasiadas ocasiones por la inspiración de Kylian Mbappé, volvió a dejar una imagen preocupante: cuando el francés no resuelve, el conjunto blanco se convierte en un bloque plano, sin colmillo y sin alternativas. El 0-2, con doblete de Williot, confirmó una tendencia inquietante en un Madrid que acabó el duelo con nueve futbolistas.
El técnico blanco intentó dosificar piezas pensando en la inminente visita del Manchester City. Reservó a Antonio Rüdiger, pero la lesión muscular de Éder Militao a los 22 minutos le obligó a rectificar sobre la marcha. Con Asensio improvisado como lateral derecho y Carreras desplazado al centro de la zaga, el conjunto merengue fue un edificio inestable desde el inicio.
Un gran Celta en el feudo blanco
𝐓𝐎-𝐋𝐄-𝐌𝐈𝐀. pic.twitter.com/JH85G2g6xY
— Celta (@RCCelta) December 7, 2025
El Celta detectó la fragilidad y se lanzó a presionar arriba. Con futbolistas de buen pie como Bryan Zaragoza, logró dominar tramos prolongados ante un Madrid lento, previsible y sin ritmo. Los pitos del Bernabéu no tardaron en llegar. El golazo de Williot, definiendo de espuela tras una jugada coral, encendió definitivamente al estadio y hundió emocionalmente al Madrid. El ambiente se tensó aún más con la expulsión de Fran García, que vio dos amarillas consecutivas fruto de la impotencia.
Con diez jugadores, el Real Madrid reaccionó a base de orgullo. Mbappé tuvo dos ocasiones claras, Tchouameni rozó el empate de cabeza y Gonzalo agitó el ataque, pero el equipo se estrelló contra Radu, impecable bajo palos. En los instantes finales llegó el golpe definitivo: expulsión de Carreras y segundo tanto de Williot, que silenció el estadio y certificó el desconcierto general.
El Madrid se marcha cuatro puntos por detrás del Barcelona, con dudas crecientes y la sensación de que el Bernabéu, por primera vez en mucho tiempo, huele a miedo justo en la antesala de un examen europeo mayúsculo.






