El nombre de Nico Williams ha irrumpido con fuerza en las oficinas de Valdebebas. El Real Madrid estudia muy seriamente el fichaje del joven extremo del Athletic Club, que a sus 22 años se ha consolidado como uno de los talentos más prometedores del fútbol europeo. Con una cláusula de rescisión fijada en 58 millones de euros tras su última renovación, su llegada no solo sería viable económicamente, sino también estratégica.
El club blanco valora múltiples factores: su juventud, su impacto en el uno contra uno, su capacidad para desbordar por banda y su perfil mediático y comercial. Además, su condición de internacional con España encaja en la idea de Florentino Pérez de construir un proyecto sólido con una base nacional potente.
En la entidad merengue también se destaca el “golpe de efecto” que supondría arrebatarle a uno de los principales objetivos del Barcelona, club que ya lo tuvo muy cerca el verano pasado. Aunque los culés han perdido fuerza en la puja, especialmente por la consolidación de Raphinha. Además, unas declaraciones polémicas del presidente del FC Barcelona han frenado todavía más este movimiento, Nico sigue siendo un jugador muy codiciado. Su fichaje por el Real Madrid sería una jugada maestra en el eterno pulso entre los dos grandes del fútbol español.
Un talento en plena explosión
Esta temporada ha sido clave en el éxito del Athletic, alcanzando las semifinales de la Europa League y sellando una histórica clasificación para la Champions League. Su velocidad, desborde y capacidad para romper líneas lo han convertido en una pieza esencial para Ernesto Valverde.
Su gran escaparate llegó el pasado verano durante la Eurocopa, donde fue una de las sensaciones del torneo junto a Lamine Yamal. Desde entonces, su nombre suena con fuerza en las agendas de los principales clubes europeos.
Aunque una pubalgia lo ha mantenido fuera de los terrenos de juego en las últimas semanas, en Bilbao confían en que pueda despedir la temporada sobre el césped este domingo, precisamente ante el Barcelona. Si se concreta el interés del Real Madrid, ese podría ser su último partido con la camiseta rojiblanca en San Mamés.
Una operación estratégica y asumible
El coste del fichaje, 58 millones de euros, es considerado una oportunidad por los directivos blancos. En un mercado inflacionado, pagar esa cifra por un jugador con el recorrido, la edad y el impacto de Nico parece una inversión segura.
Eso sí, su llegada provocaría movimientos en el ataque madridista. Rodrygo podría ser el principal damnificado si finalmente se ejecuta la operación. Por ahora no hay decisión definitiva, pero en Valdebebas la pregunta resuena con más fuerza cada día: ¿y por qué no Nico
