El Real Madrid buscará sellar su pase a los Octavos de final del Mundial de Clubes enfrentando a un Salzburg renovado y prometedor, que, aunque llega invicto al duelo, sigue siendo el rival más débil del grupo según los pronósticos. Para el equipo blanco, el empate basta para avanzar, pero tras las dudas generadas en los partidos previos, ganar es esencial para recuperar la confianza y el brillo característico de su juego.
Un Salzburg renovado y sin complejos
El equipo austriaco, pese a haber sufrido una dura derrota ante el Real Madrid en el Bernabéu (5-1) en la pasada Champions, muestra una cara distinta esta temporada. Ha reforzado su plantilla con la llegada de jóvenes talentos como el central francés Joane Gadou y el mediapunta japonés Sota Kitano, quienes se han adaptado rápidamente al equipo. Además, el técnico alemán Thomas Letsch ha sabido mantener la cohesión del grupo pese a las ausencias clave, como las del delantero Konaté y el portero Schlager, ambos lesionados.
La base del Salzburg sigue siendo la formación y venta de jóvenes promesas, estrategia que ha dado frutos con figuras como Haaland y Szoboszlai. Aunque esto debilita su competitividad a corto plazo, el equipo se presenta como un rival peligroso gracias a su valentía y organización táctica.
El Madrid, en busca de estabilidad
En cuanto al Real Madrid, las lesiones y sanciones han obligado a Xabi Alonso a reinventar el equipo. La baja de Asencio, expulsado en el último encuentro, abre las puertas al regreso de Rüdiger, quien disputará sus primeros minutos como titular desde su operación de menisco. A su lado, el joven central Dean Huijsen se ha consolidado como una de las mejores noticias para el conjunto blanco en este torneo, destacando por su precisión en los pases y su madurez en el juego.
En ataque, las dudas giran en torno a Rodrygo, cuyo bajo rendimiento podría dejarle en el banquillo en favor de Arda Güler, una de las sorpresas positivas del equipo, en el anterior encuentro ya vimos como fue el turco quien entró en el 11 titular. Mientras tanto, la recuperación de Mbappé, aunque avanzada, aún no será suficiente para verlo en acción en este partido.
Todo apunta a que el Madrid, pese a su favoritismo, no debe subestimar al Salzburg, que llega con hambre de revancha y sin nada que perder. Para los blancos, ganar no solo asegura su clasificación como líderes de grupo, sino que también es una oportunidad para disipar las dudas y consolidar su candidatura al título.
