El Real Madrid se llevó los tres puntos ante el Deportivo Alavés (1-2) en el encuentro correspondiente a la jornada 16 de LaLiga disputado en el Estadio de Mendizorroza.
Los de Xabi Alonso, en el día en el que se especulaba con el puesto de este, dominaron el duelo, especialmente en la primera mitad, pero lo hicieron siempre desde la sobriedad y las posesiones vacías.
Un día más, el Real Madrid se apoya en sus estrellas
Un día más, todas sus grandes ocasiones de peligro nacieron de una buen acción individual de alguna de sus estrellas. Especialmente, de Jude Bellingham, que fue claramente de más a menos y dejó una asistencia brutal en el primer tanto, y de Kylian Mbappé, que con molestias todavía notables, no firmó su mejor noche pero volvió a ser determinante y abrió la lata.
Las otras dos estrellas ofensivas que partían de inicio eran los dos brasileños: Vinícius y Rodrygo, que por el contrario fueron mejorando sus servicios con el transcurso de los minutos.
El primero comenzó bastante desacertado, pero terminó siendo sustituido nada más haber protagonizado un par de buenas jugadas (la última de ellas, la más polémica del choque por una reclamación de penalti). Y Rodrygo, logró romper su mala racha también en LaLiga y ya suma dos encuentros seguidos anotando y mostrando un nivel positivo..
Para cerrar el encuentro del conjunto blanco, es necesario bajar a la zona defensiva para destacar también el partido de Raúl Asencio y, sobre todo, de Thibaut Courtois. El guardameta belga volvió a ser clave con paradas salvadoras. Y ,por supuesto, se debe comentar el debut de Víctor Valdepeñas, que partió como titular en el carril zurdo y dejó buenas sensaciones a pesar de alguna pérdida de novato.
El mejor Deportivo Alavés, el de la segunda mitad
En el Deportivo Alavés, las actuaciones más destacadas fueron la de Antonio Blanco, jerarca del juego desde el centro del campo y autor de una asistencia preciosa, y de Fernando Pacheco, que dejó un par de excelentes intervenciones para mantener la tensión y la ventaja mínima hasta el final.
Además, Carlos Vicente volvió a demostrar su eficacia y marcó un auténtico golazo en el que aprovechó un balón llovido de su compañero y un error de concentración de Antonio Rüdiger.
