La fase de grupos del Mundial de Clubes ha entrado en su etapa más decisiva: la última jornada. Esa que, en la mayoría de los grupos, servirá como criba para esclarecer qué equipos pasan a la siguiente ronda y cuáles hacen las maletas para volverse a casa. El grupo H, que encuadra a Real Madrid junto a Pachuca, Al Hilal y Salzburgo no es ajeno a esta cuestión. Incluso el conjunto blanco, por nombre aparentemente favorito hace unas semanas, tiene deberes por hacer.
Los antecedentes
El coloso madridista se complicó la vida con el empate en la primera fecha frente a Al Hilal. Las sensaciones mejoraron en la cita contra Pachuca, reflejándose en el marcador final de 3-1, sobreponiéndose a la expulsión de Asencio en el 6′. Así las cosas, con la victoria del Salzburgo por 2-1 ante Pachuca y el empate a cero entre austríacos y saudíes en el segundo encuentro, la clasificación sigue abierta. Los blancos ocupan la primera plaza, con 4 puntos, los mismos que la entidad filial de Red Bull. Mientras tanto, los soldados de Simone Inzaghi registran 2 puntos en su contador. Los mexicanos están eliminados.
Las cuentas: ¿posible biscotto?
Los envites postreros enfrentarán, por un lado, a Real Madrid y Salzburgo, y, en paralelo, a Al Hilal y Pachuca. Será a la misma hora (3:00 de la madrugada del jueves al viernes-hora española-). El bloque merengue es el que más papeletas tiene para pasar. Tanto una victoria como un empate le brindarían la clasificación.
Para el Salzburgo, las tablas por cero a cero o uno a uno no sellarían su plaza en octavos. En caso de victoria de Al Hilal y triple empate, el Real Madrid siempre pasaría por la cantidad de goles anotados en los partidos entre ellos (en todo momento por encima del Salzburgo). Si no hubiera goles entre madrileños y vieneses, Al Hilal avanzaría al haber materializado más tantos en los duelos particulares. Un empate a uno enviaría la resolución al siguiente criterio: la diferencia de goles general, que sería favorable para los asiáticos si derrotan a Pachuca.
En todo este rompecabezas, hay una casuística que permitiría que tanto el Real Madrid como el Salzburgo aseguraran su pase. Y dependería de ellos mismos. Un empate por dos o más goles (3-3,4-4. 5-5, etc) mandaría directamente a ambos equipos a la fase final del Mundial de Clubes (Real Madrid primero y Salzburgo segundo). Es decir, un “biscotto” en toda regla.
Un Salzburgo que no conoce la derrota
Sin embargo, el proyecto encabezado por Xabi Alonso se halla en plena construcción y todo lo que no fuera ganar mermaría la confianza, un elemento indispensable para que los primeros pasos de la nueva era sean firmes. Habrá que ver si el combinado de Thomas Letsch mantiene su invicto en el Mundial. El juego mostrado en sendos partidos ante Pachuca y Al Hilal no ha sido brillante, pero sí efectivo. Se trata de un equipo que se organiza en 4-4-2, con intención de presionar cuando puede (frente a Al Hilal defendió más bajo) y que se desenvuelve mejor en contextos de transiciones rápidas. El trabajo no está terminado.
