Real Madrid y PSG se vuelven a ver las caras tres años después, esta vez será en las Semifinales del Mundial de Clubes, pero, ¿recuerdas el último partido entre ambos equipos?. El 9 de marzo de 2022, el Real Madrid firmó una de sus noches más mágicas en Champions League con una remontada épica ante el Paris Saint-Germain (3-1) que selló el pase a cuartos de final tras el 1-0 de la ida en París. En un Santiago Bernabéu enloquecido, un hat-trick de Karim Benzema fulminó al conjunto parisino y escribió una página más en la historia de las noches europeas del club blanco.
El partido comenzó cuesta arriba para los de Carlo Ancelotti, ya que Kylian Mbappé, actual jugador de la plantilla blanca, adelantó al PSG en la primera parte tras una gran jugada personal. Con el 0-1 en el marcador (0-2 global), todo parecía indicar que los franceses iban directos a la siguiente ronda. Sin embargo, lo que vino después fue un vendaval blanco.
Benzema abrió las puertas del manicomio
A partir del minuto 60, el partido cambió por completo. Un error de Donnarumma permitió a Benzema anotar el primero tras presionar con inteligencia. Apenas 17 minutos después, el delantero francés ya había firmado tres goles, completando una remontada en solo 17 minutos. El PSG, con uno de los tridentes más temidos de la historia: Messi, Neymar y Mbappé, se vino abajo ante la presión blanca y el rugido del Bernabéu.
El Real Madrid mostró su gen competitivo, otra vez más, y su espíritu de resistencia, mientras que el PSG repitió un guion ya conocido en Europa, buen juego inicial, pero fragilidad mental cuando más importa. La imagen de Pochettino desconcertado en la banda fue el reflejo de un equipo superado por la historia de las noches mágicas del Santiago Bernabéu.
La silla de Alaba, el reflejo del madridismo
Una de las imágenes más icónicas de la noche llegó tras el tercer gol de Benzema, cuando el defensa David Alaba, desde el banquillo, levantó una silla plegable en gesto triunfal, como si empuñara un trofeo invisible. Ese gesto espontáneo se convirtió rápidamente en meme global y en símbolo del espíritu del equipo: pasión, locura y fe inquebrantable.
Aquella remontada no solo clasificó al Madrid, sino que también impulsó una campaña que acabaría con el club levantando su 14.ª Champions League en París. Un partido que ya forma parte del ADN de un club que, cuando escucha el himno europeo, se transforma.
