El Valencia tiene un problema evidente cuando le toca jugar fuera de Mestalla. Es un drama tras otro, que arrastra desde el curso pasado con Baraja, donde en ninguna de sus salidas ganó los partidos ante rivales ‘asequibles’ o de la liga del Valencia que han acabado sin victoria.
Carlos Corberán está cambiando el estilo del Valencia, pero aún tiene trabajo por delante. El triunfo contra la Real Sociedad no fue un hecho aislado, sino la consecuencia de una dinámica en la que el equipo che ya venía mostrando una clara mejoría.
Así fue en la primera parte contra el Real Madrid, en la que los futbolistas entendieron a la perfección lo que les pedía el entrenador. Por su parte, en el Sánchez Pizjuán un error de Mamardashvili -que normalmente es el héroe del equipo- le convirtió en villano y terminó condenando al Valencia a un empate en lugar de a un triunfo.
Las cuentas pendientes del Valencia y de Corberán
Para conocer la última victoria del Valencia fuera de casa, hay que remontarnos al 15 de abril de 2024 contra Osasuna. Con aquel penalti que falló Budimir en el último suspiro, y que otorgó el triunfo al conjunto che en El Sadar. Después de 13 partidos -tres la temporada pasada y diez en esta- Corberán quiere conseguir que el grupo sea igual de sólido como visitante y la primera prueba será en Montjuïc, donde curiosamente otros rivales de la parte baja han ganado: Las Palmas o Leganés son dos ejemplos.
Por otra parte, el otro de los objetivos que quiere conquistar el Valencia de Corberán es el de las dos victorias consecutivas. Curiosamente, no gana desde el 20 de enero de 2024, tras vencer al Athletic Club en Mestalla por 1-0 y conseguir una racha de cuatro victorias consecutivas. Antes se había ganado a Cádiz, Villarreal y Rayo Vallecano. Sin embargo, este año solo han tenido dos oportunidades de ganar dos partidos seguidos, tras los partidos contra Girona y ante Betis. En ambas se fracasó en el intento.
Eso sí, Mestalla demostró que la salvación también pasa por la afición y conseguir todos los puntos en casa. Pero con la primera victoria en el bolsillo, el técnico tiene ahora dos cuentas pendientes. Y esas pueden llegar ante el FC Barcelona en Montjuïc.
