La Real Sociedad vivió en Mendizorroza otro capítulo preocupante de una temporada irregular. El equipo de Sergio Francisco cayó por 1-0 ante el Deportivo Alavés, víctima de un penalti señalado por el VAR en el tramo final de la primera parte y transformado por Lucas Boyé. Fue una acción aislada en un encuentro espeso, donde ambos conjuntos ofrecieron poco fútbol, pero en el que los vitorianos demostraron mayor contundencia en las áreas para sumar tres puntos valiosos.
La Real volvió a repetir un patrón preocupante: encajar primero. Ya es la undécima vez en quince jornadas que comienza por detrás en el marcador, una losa demasiado pesada para un equipo que solo ha logrado remontar un partido en los últimos 21 meses. El conjunto txuriurdin apenas generó peligro en la primera parte más allá del balón parado y, aunque mejoró tras el descanso, nunca llegó a dominar realmente el duelo.
Mismo once, mismo final
Sergio apostó por repetir el mismo once que perdió ante el Villarreal, dejando otra vez en el banquillo a Barrenetxea, el jugador más determinante en las últimas semanas. Su entrada, avanzada la segunda mitad, volvió a agitar al equipo, pero esta vez no bastó para rescatar un punto. Sadiq, de nuevo titular, firmó otra actuación gris que alimenta el debate sobre su rol en el equipo.
Mientras tanto, el Alavés firmó un partido sólido y práctico. Eduardo Coudet destacó el “trabajo completo” de los suyos y celebró una victoria que les coloca novenos y alivia las dudas tras varios encuentros sin recompensa.
El tropiezo del primer equipo completó un sábado negro para la entidad. El Sanse cayó en Anoeta ante el Sporting y perdió su imbatibilidad en casa, y el equipo femenino cedió por 1-0 en Valdebebas con polémica arbitral incluida. Tres derrotas, tres señales de alarma para un club que necesita recomponerse cuanto antes.






