Endrick cumplirá 19 años el próximo 21 de julio. Sumido en la fase final de la recuperación de la lesión que sufrió el 18 de mayo en el tendón conjunto de los isquiotibiales de su pierna derecha, el ex del Palmeiras soplará las velas con inquietud respecto a su futuro. El “huracán” Gonzalo ha alterado los esquemas.
Primer año de adaptación
El joven brasileño desembarcó en la capital de España el pasado verano. Su primer año ha sido de adaptación. La competencia era feroz en ataque y peleaba con primeros espadas como Mbappé. Aunque su tesón y su carácter sobre el verde eran innegociables, su participación hasta que sufrió los mencionados problemas físicos fue residual. De hecho, Ancelotti recalcó en algunas ruedas de prensa que Endrick debía mejorar para acoplarse a un coloso como es el Real Madrid, empresa que no resulta sencilla. “No puede hacer esas cosas, esto no es un club de teatro”, expresó tras un error en una jugada ante el Getafe en la que quiso picar un balón delante del portero y erró.
Una competencia salvaje… y un nuevo rival por el puesto
“Es cuestión de competencia”, es la frase que más pronunció el técnico italiano cuando se le preguntaba sobre los pocos minutos del de Taguatinga. Así las cosas, con la llegada de Xabi Alonso, una de las grandes incógnitas radicaba en el nuevo papel que iba a adquirir el ariete. No obstante, sus problemas físicos le impidieron viajar al Mundial de Clubes. Mientras tanto, la gastroenteritis de Mbappé abrió una puerta en Estados Unidos. Y Gonzalo estaba en el lugar y momento precisos.
El canterano madridista está siendo una de las sensaciones del torneo. Un extraordinario cabezazo frente a la Juventus clasificó al conjunto blanco a los cuartos de final. Pero no fue algo aislado. Desde que dio el pistoletazo de salida de la competición, el madrileño ha cosechado tres tantos y una asistencia en cuatro encuentros.
Gonzalo, el nueve buscado
Además, encaja con un perfil de futbolista que el club demandaba. Después de su irrupción, todo apunta a que el radar del mercado se ha detenido. Los directivos y el entrenador consideraban que era necesario un nueve más posicional en la plantilla, y ese delantero de área, a lo Joselu, estaba en casa.
El nivel que Gonzalo ha exhibido hasta la fecha ha sido sobresaliente. Es más, va a ser un dolor de cabeza para Xabi Alonso mandarlo al banquillo tras el regreso de Kylian. Se asocia, es inteligente, detecta espacios y juega de espaldas a las mil maravillas. Su remate de cabeza, pese a que no posee una figura muy espigada (1,82), es fantástico. Cada vez que se propulsa en el aire aparece el recuerdo añejo de Santillana en la memoria de los aficionados y sus movimientos evocan a Raúl. Siempre guardando las distancias.
¿Qué pasará con Endrick?
Por lo tanto, habrá que analizar el porvenir de Endrick. Las piezas del tablero han cambiado y tiene que encontrar su sitio. A pesar de que no se podrá vestir de corto, ya está junto a la expedición. Quiere estrechar lazos con el míster y aportar, de otra manera, al grupo. Su futuro, bajo estudio.
