El Olímpic de Montjuïc acoge esta noche un duelo que bien podría haber sido la última final de la Champions League. El FC Barcelona, vigente campeón, recibe al Paris Saint-Germain en un partido marcado por las numerosas bajas y el contexto aún inicial de la fase de grupos. No habrá la tensión de una eliminatoria, pero sí el aroma de los grandes encuentros europeos.
El equipo de Luis Enrique llega más castigado por las ausencias. El técnico asturiano no podrá contar con Kvaratskhelia, además de las bajas ya confirmadas de Doué y Dembélé, lo que impide el esperado choque de superestrellas tras la reciente gala del Balón de Oro. En defensa también se resentirá el PSG por la ausencia de su capitán Marquinhos, sustituido por Zabarnyi.
En el Barça, las bajas se concentran en puestos clave, aunque menos decisivos. Szczesny suplirá a los lesionados Ter Stegen y Joan García; en la medular faltarán Gavi y Fermín, y en ataque, Raphinha. La gran noticia para Hansi Flick es el regreso de Lamine Yamal, que ya brilló media hora en su reaparición contra la Real Sociedad y será titular esta noche.
Duelo estelar en la banda
El joven de Rocafonda tendrá un duelo de máximo nivel frente a Nuno Mendes, considerado uno de los laterales izquierdos más completos del mundo. Flick advirtió en rueda de prensa que Lamine deberá esforzarse tanto con balón como en las tareas defensivas, consciente de la exigencia que le impondrá el portugués.
El FC Barcelona confía en que la electricidad de su número 10 vuelva a marcar diferencias, como ya hiciera en la pasada edición de la Champions ante el Inter de Milán, donde dejó actuaciones memorables pese a la eliminación.
Pedri contra Vitinha, otra batalla clave
Además del atractivo duelo en la banda, el centro del campo ofrecerá otro duelo de altura: Pedri frente a Vitinha, este último todavía se desconoce si será de la partida, dos cerebros que pueden inclinar el juego hacia uno u otro lado. Con Montjuïc como escenario y la historia reciente entre ambos equipos como telón de fondo, el choque apunta a ser solo un capítulo más de una rivalidad llamada a repetirse en las grandes noches europeas.
