Fermín y Olmo compiten por la mediapunta

El onubense terminó en buena forma la pasada temporada, y ahora busca quedarse con el puesto que competirá con Dani Olmo
Fermín y Olmo llegando a Son Moix

El FC Barcelona arranca la temporada 2025/26 con la obligación de defender el título liguero, y Hansi Flick vuelve a tener una nueva situación que gestionar. El técnico alemán ya ha tenido que lidiar con varios escenarios delicados desde su llegada: la lesión de Marc Bernal al inicio del curso pasado, la gestión de la portería con Iñaki Peña y Szczesny, el caso Araújo o la incorporación de Joan García. Ahora, su reto pasa por definir quién será el dueño del puesto de mediapunta durante la temporada, si Dani Olmo o Fermín López.

El gran final de temporada y las buenas actuaciones en la pretemporada hacen que Fermín sea el que más agrada a Flick, de momento. El onubense marcó un doblete en la victoria del Barça frente al Como, en el encuentro por el Trofeo Gamper. Pero Dani Olmo tampoco se quedó atrás en pretemporada, dando dos asistencias en la gira culé por Japón, frente al Seoul y al Daegu.

Para el primer encuentro de la Liga, frente al Mallorca en Son Moix, el entrenador alemán se decidió por el onubense, dejando a Olmo en el banquillo. Luego, el ex jugador del Leipzig entraría en la segunda parte por el propio Fermín, aunque ninguno de los dos completó una gran actuación. De momento es un debate sin un claro vencedor.

Aunque son jugadores que, en principio, se parecen mucho, en realidad llevan dentro diferentes formas de llevar el peligro a la portería Rival. Dani Olmo es más paciente y tranquilo, es un jugador que lee mejor los espacios, y que indudablemente se maneja mejor en espacios reducidos. Tiene además una sensibilidad superior y una mayor adaptabilidad. Es un jugador que a Flick le puede venir mejor contra equipos que planten un bloque bajo. Aunque sí se le puede achacar una falta de potencia y zancada luego del primer control, una mejor arrancada.

En cambio Fermín López es un jugador más móvil, más dinámico. Se puede observar en sus desmarques largos, que hace luego de los primeros toques, que también es un jugador más rápido y veloz. Además se lo ve con mejor físico, lo cual le ayuda a sentirse más cómodo con espacios, siendo más útil frente a equipos que planteen partidos con un bloque medio/alto.

La fuerza, la energía y la garra de Fermín son virtudes innegables, pero también tienen sus efectos secundarios. Su ímpetu le lleva en ocasiones a jugar acelerado, algo lógico en un futbolista joven y todavía en formación. En esta etapa de su carrera parece más útil en contextos de partidos abiertos o cuando el rival acusa el cansancio. El tiempo, sin embargo, juega a su favor. Sigue siendo un chaval y su margen de mejora es amplio.

Con Dani Olmo el problema es recurrente, la falta de continuidad. Cuando las lesiones le respetan, su fútbol le sitúa entre los mejores mediapuntas del mundo. Su control orientado y su capacidad para girar bajo presión están al alcance de muy pocos, y convierten cada intervención en una amenaza real para el rival. Es una bendición para el Barcelona y para Flick tener a dos jugadores de tan alto nivel compitiendo por un solo puesto, es un win-win para todas las partes.

Si uno pone sobre la mesa la pasada temporada de ambos, lo primero que aparece es la similitud de su impacto ofensivo, pero con matices de estilo. Olmo, con menos partidos disputados (39 vs 46), ha conseguido más goles (12 vs 8), esto es algo que todos vemos, es innato su olfato en el área. Su 0.74 goles cada 90 minutos lo ubican en el percentil 97º de las 5 grandes ligas, una cifra de élite que muestra el peso específico que refleja en los resultados.

Fermín, sin llegar a esa contundencia, tiene 0.43 goles cada 90 minutos, percentil 88º, números sobresalientes para un joven que todavía no tiene que cargar con la responsabilidad de ser goleador. A cambio, compensa desde la asistencia y la generación de juego, con 9 pases de gol frente a los 6 de Olmo, y un 0.31 de asistencias esperadas cada 90 minutos (pct 97º). Esa diferencia se refleja también en las ocasiones claras creadas (15 vs 9) y en la cantidad de pases clave (41 vs 44), donde Fermín casi iguala o supera a Olmo.

Con balón Olmo llega más a territorio peligroso, con 2.59 conducciones en el último tercio cada 90’ (pct 92º ), lo que lo hace un futbolista instalado en campo rival, recibiendo entre líneas y llevando el juego hacia adelante. Fermín, en cambio, encara más (3.96 regates intentados cada 90′, pct 87º, vs 3.33 y pct 80º de Olmo) y consigue más regates exitosos en total (40 vs 35), siendo un jugador que rompe más desde atrás y que genera ventajas en la conducción. A nivel de disparos, ambos se encuentran en niveles casi idénticos (2.95 y 2.97 tiros cada 90′), lo que indica que llegan a zonas de remate con frecuencia similar, aunque Olmo los transforma en más goles.

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