A sus más de 40 años, Fábio y Thiago Silva están demostrando en el Mundial de Clubes que el fútbol todavía no les ha abandonado. Lejos de estar cerca de la retirada, los dos veteranos del Fluminense están siendo piezas clave en el sorprendente camino del equipo brasileño hacia las semifinales del torneo, donde se enfrentarán al Chelsea este martes.
Fábio, con 44 años, es el jugador más longevo de toda la competición. Su historia es la de una leyenda del fútbol brasileño, Ídolo eterno en Cruzeiro y ahora figura indiscutible en Fluminense. En el partido de cuartos ante Al Hilal, fue decisivo con varias intervenciones que evitaron el empate en los minutos finales. A pesar del paso del tiempo, sigue mostrando reflejos y liderazgo bajo palos.
Fluminense – Chelsea: escenario de reivindicación
Thiago Silva, por su parte, regresó al club que lo vio crecer después de una larga carrera por Europa en equipos como Milan, PSG y Chelsea. Con 40 años recién cumplidos, se ha asentado como el jefe de la defensa. Su lectura de juego y su posicionamiento compensan cualquier desgaste físico. La semifinal contra su exequipo, el Chelsea, tiene un componente especial para él, no solo por lo emocional, sino también como una muestra de que aún puede competir al máximo nivel, al contrario de lo que pensaban en Londres.
Dos jugadores que muestran que la edad no es un obstáculo cuando la pasión y el compromiso están presentes. Fluminense confía en su experiencia para hacer frente a rivales de primer nivel y soñar con un título histórico. El Mundial de Clubes está siendo el escenario perfecto para que Fábio y Thiago Silva demuestren que, aunque ya no son unos novatos, todavía les queda algo de fútbol.
