Todos estamos de acuerdo en que Gavi es un jugador intenso, lucha cada balón perdido, va al choque contra cualquiera, sea el rival que sea, y lo más importante, transmite su intensidad al resto del equipo.
Parece mentira que el de Los Palacios se haya pasado un año en el dique seco aquejado de la rotura completa del ligamento cruzado de la rodilla. Gavi ha vuelto esta temporada al Barça como si nada le hubiera pasado. Sigue siendo el mismo jugador que antes de la lesión, e incluso a recuperado su puesto en el once habiendo disputado tan solo 22 partidos y 806 minutos de juego desde su regreso a los terrenos de juego. Físicamente Gavi está recuperado a la perfección.
El problema de Gavi
El problema que viene acumulando Gavi, sobretodo en los últimos partidos viene a ser la sobrexcitación del propio jugador. Una intensidad sin control que le lleva a cometer entradas bruscas y a destiempo que se terminan traduciendo en amarillas. Muchas de estas amonestaciones llegan en acciones residuales, y en la primera parte. Ya son varias las veces que Hansi Flick ha optado por cambiar a Gavi al descanso por temor a que el jugador cometa otra imprudencia o se vea obligado a cometer una falta que deje al equipo en inferioridad numérica.
Frente al Sevilla, Gavi vió la amarilla a pocos minutos del descanso tras una entrada a destiempo sobre Vargas. Esta acción se produjo en un tramo del partido en el que el marcador se encontraba en tablas (1-1), lo que llevó a Hansi Flick a tomar la decisión, con buen criterio, de sustituir a Gavi al descanso. En la segunda parte fue Fermín el que saltó al campo por el sevillano, de hecho el cambio le salió bien a Flick, pues a los pocos minutos el canterano puso de nuevo por delante al Barça. Pero caprichos del fútbol, Fermín terminó siendo expulsado con roja directa tras una entrada durísima a Djbril Sow. Lo que temía Flick que iba a pasar con Gavi terminó ocurriendo, pero con Fermín. Para alegría del Barça la victoria no se les escapó.
No es la primera vez
La sustitución de Gavi en el Pizjuán no es un suceso puntual, no hay que irse muy lejos para encontrar un antecedente. Fue en la jornada anterior a esta última, ante el Deportivo Alavés en Montjuic. En esa ocasión fue incluso más flagrante. Gavi se cargó con amarilla apenas en el minuto 7 de encuentro, en una acción sin peligro para el Barcelona en el centro del campo. El joven jugador arrolló a Tenaglia y vió la amarilla, para minutos después protagonizar un choque cabeza con cabeza con Conechny. El que el jugador del Alavés no salió muy bien parado. Conechny fue trasladado al hospital, y las pruebas confirmaron un traumatismo craneoencefálico que le mantendrá alejado de los terrenos de juego por varias semanas.
Gavi también abandonó el terreno de juego, aunque mejor parado que el alavesista. Sus compañeros y Hansi Flick, bajo la recomendación de las asistencias del club, insistieron al jugador de que abandonara el campo para ser sustituido por Fermín. En principio, Flick le sustituyó por el golpe, pero seguro que al alemán también se le pasaría por la cabeza la amarilla vista al comienzo del partido y lo revolucionado que fue Gavi a la acción posterior con Conechny. Gavi tiene que aprender a controlar su intensidad.
