Gerard Martín, el nuevo Íñigo Martínez de Flick

El canterano se consolida como central zurdo y se convierte en una de las soluciones más fiables del Barça en el eje de la defensa
Gerard Martín con la camiseta del Barcelona

Gerard Martín se ha convertido en una de las grandes revelaciones del FC Barcelona esta temporada. Lo que comenzó como una solución puntual ante las bajas y la salida de Íñigo Martínez ha terminado consolidándose como una apuesta firme de Hansi Flick. A sus 23 años, el defensa catalán volvió a completar una actuación sobresaliente como central zurdo ante Osasuna, formando pareja con Pau Cubarsí y confirmando que su reconversión no es circunstancial, sino estructural.

Formado como lateral izquierdo, Gerard encontró en el eje de la zaga un contexto más favorable para explotar sus virtudes. Flick detectó rápidamente su capacidad para interpretar el juego, anticipar y sostener la línea defensiva sin estridencias, una lectura muy similar a la que ofrecía Íñigo en la salida de balón y en el orden posicional.

Más allá de las sensaciones, los datos refuerzan su crecimiento. Ante Osasuna fue el jugador del Barça con más intervenciones, más pases totales y más pases acertados, rozando el 96% de precisión. También lideró al equipo en entradas realizadas y recuperaciones, además de animarse en ataque con un disparo peligroso desde fuera del área. Estadísticas propia de un central dominante y participativo.

Este rendimiento explica por qué Flick ha repetido la pareja Cubarsí-Gerard Martín en seis de los últimos siete partidos. En ese tramo, el Barça ha ganado con solvencia y ha encontrado estabilidad defensiva, algo que había sido un problema recurrente tras la marcha del central vasco.

La conexión entre Gerard Martín y Pau Cubarsí va más allá de lo táctico. Ambos comparten formación, automatismos y una comprensión natural del juego posicional. Gerard aporta equilibrio y corrección, mientras Cubarsí gana libertad para asumir protagonismo en la salida. El resultado es una defensa joven, pero sorprendentemente madura, que ha devuelto al Barça una sensación de control en los partidos grandes.

La continuidad del catalán también ha tenido efectos colaterales en la plantilla. Eric García ha ganado peso en el centro del campo y Frenkie de Jong ha perdido protagonismo en las últimas semanas, una consecuencia directa del nuevo encaje defensivo que ha construido Flick.

El caso de Gerard Martín vuelve a subrayar una constante en el Barça, los jugadores crecen cuando juegan y cuando sienten el respaldo del entrenador. Flick no solo le dio la oportunidad, sino que mantuvo la apuesta incluso en contextos de máxima exigencia. Esa continuidad ha transformado a un perfil secundario en una pieza fiable y reconocida dentro del once.

Sin focos ni grandes titulares, Gerard Martín ha pasado de ser una alternativa a convertirse en una certeza. El Barcelona, sin acudir al mercado, ha encontrado en él al central zurdo que necesitaba para equilibrar su defensa y proyectar futuro desde la cantera.

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