El RCD Espanyol ha firmado hoy una victoria de mucho peso en el Coliseum al imponerse 0-1 al Getafe en la jornada 16 de La Liga. En un encuentro donde hubo pocas ocasiones de cara a puerta, el equipo de Manolo González volvió a mostrar madurez competitiva y supo esperar su momento, golpeó a balón parado y defendió la ventaja con orden hasta el pitido final.
Un primer tiempo con más control que colmillo
La primera parte respondió a lo que prometía el cruce con muchas interrupciones, poca continuidad y escasa producción ofensiva. El Espanyol llevó más tiempo la iniciativa con balón, pero sin traducirlo en ocasiones claras; el Getafe, por su parte, contuvo y buscó salida directa sin amenazar de verdad la portería rival. El dato resume bien el guion: entre ambos equipos solo hubo seis remates antes del descanso y solo uno fue a puerta.
Cabrera y Edu Expósito: una conexión que enamora
Tras el paso por vestuarios, el Espanyol dio un paso adelante. Primero avisó en una acción en la que David Soria tuvo que estirarse para frenar un disparo de Edu Expósito; poco después, el propio Cabrera ya obligó al meta local a intervenir de nuevo en un remate de cabeza que acabó en saque de esquina.
Y en ese córner llegó el golpe definitivo: Edu Expósito puso la pelota y Leandro Cabrera conectó un cabezazo potente que terminó dentro para el 0-1 en minuto 53. Soria no pudo hacer nada ante el remate de Cabrera que remató sin marca ninguna al zafarse de su pareja.
El Getafe empuja, Dmitrovic sostiene
Con el marcador en contra, el Getafe intentó instalarse más arriba, cargando el área con centros y acumulando presencia en campo rival. Sin embargo, el Espanyol gestionó bien la fase defensiva y encontró en Dmitrovic un seguro para neutralizar los intentos finales. El partido se cerró sin que los de Bordalás encontraran el empate.
Lo que deja el 0-1 y la enorme racha del Espanyol en Liga
El triunfo prolonga el momento dulce del Espanyol: cuarta victoria consecutiva y consolidación en la zona alta, quinto con 30 puntos, a cuatro del Atlético de Madrid y, además, con un partido menos.
Para el Getafe, en cambio, la derrota profundiza una dinámica irregular: dos derrotas seguidas y solo una victoria en los últimos cinco partidos.
