El Atlético de Madrid no pudo pasar del empate (1–1) frente al Elche en el Riyadh Air Metropolitano, en una tarde que dejó un sabor amargo a su afición. Sin embargo, en medio de la frustración colectiva, emergió con fuerza la figura de Dávid Hancko, que en su debut liguero en casa se convirtió en el futbolista más destacado de los rojiblancos.
Primera asistencia de Hancko como jugador del Atlético de Madrid
El central eslovaco necesitó apenas ocho minutos para dejar huella: un pase profundo y preciso desde el perfil zurdo habilitó a Alexander Sørloth, que definió con eficacia para el 1–0. Una acción que sintetizó a la perfección el porqué de su fichaje: salida limpia, visión y capacidad para romper líneas con el balón.
Más allá de la asistencia, Hancko se adueñó de la defensa del Atlético de Madrid y de la responsabilidad en la construcción del juego. Sus cambios de orientación y envíos tensos encontraron a Llorente y a los atacantes en varias ocasiones, dando aire a un Atlético que buscaba espacios ante un rival replegado. Incluso se proyectó al área en una acción a balón parado, con un cabezazo que obligó a intervenir a la defensa visitante.
En defensa, transmitió jerarquía y seguridad, aunque como el resto de la zaga quedó señalado en el tanto del empate de Rafa Mir, fruto de una segunda jugada que pilló descolocada a la línea de atrás. No obstante, su rendimiento individual estuvo muy por encima de la media del equipo.
Hancko fue lo mejor del Atlético en un partido en el que los de Simeone volvieron a mostrar carencias de colmillo para cerrar los encuentros de Laliga. Su estreno en el Metropolitano no solo dejó una asistencia, sino también la sensación de que el conjunto rojiblanco ha encontrado en él un central con pie de líder y visión de estratega.
El debut en casa se cerró sin victoria, pero con una certeza: si alguien brilló, fue Hancko.






