En un torneo repleto de nombres consagrados, Igor Jesus ha irrumpido con fuerza. El delantero del Botafogo fue el protagonista del sorpresón del Mundial de Clubes hasta ahora: su gol ante el Paris Saint-Germain decidió el partido y dio al conjunto brasileño una victoria histórica, la única derrota que ha encajado el equipo francés en lo que va de campeonato.
Con solo 22 años, Igor mezcla potencia, velocidad y olfato goleador, pero también un carisma que lo distingue. No necesita altavoces: habla en el campo. Y si eres aficionado al anime, seguramente lo reconozcas por una de sus celebraciones favoritas: la onda vital de Dragon Ball. Aunque no la usó ante el PSG, más de una vez ha soltado un “Kamehameha” tras marcar, como si Goku jugara de ‘9’.
Two games. Two goals. Two MOTM awards.
— B/R Football (@brfootball) June 20, 2025
Igor Jesus is a special talent ✨ pic.twitter.com/E2Ijy7XgkF
Una estrella que se forja entre goles y energía
Igor no es un delantero cualquiera. Su crecimiento en el Brasileirao fue meteórico, y este torneo internacional parece quedársele corto. Su gol ante Donnarumma con un desmarque letal y una definición con un poco de fortuna, lo puso en el radar europeo. Equipos de España, Italia y Alemania ya están tomando nota.
Pero lo que realmente lo hace especial es cómo compite: con intensidad, confianza y ese punto de locura que solo tienen los jugadores distintos. El Botafogo encontró en él algo más que goles: encontró un símbolo.
Igor Jesus hit the Kamehameha after scoring against Seattle Sounders ⚡ pic.twitter.com/xkNZ16KHtV
— B/R Football (@brfootball) June 16, 2025
El aficionado de Dragon Ball… pero con más flow
Igor Jesus es el aficionado de Dragon Ball más chulo del fútbol brasileño, y lo demuestra en cada partido. Carisma, goles y personalidad: lo tiene todo para ser el próximo gran exportado del fútbol sudamericano.
El Mundial de Clubes ha sido su escaparate, pero parece solo el inicio de algo más grande. Si sigue así, su próxima “onda vital” será en Europa.