Iker Losada aterrizó en el Levante UD como noveno fichaje del mercado de verano. El mediapunta llegó en calidad de cedido procedente del Betis. El próximo 14 de septiembre, ambos equipos se enfrentarán en el Ciutat de Valencia y surge la incertidumbre de si el futbolista podrá enfundarse la camiseta granota y disputar minutos ante los verdiblancos.
Las fuentes de ambas entidades confirmaron que no se incluyó la llamada “cláusula del miedo”, una práctica que en España no tiene validez legal y está prohibida, aunque algunos clubes la sortean imponiendo el pago de compensaciones económicas si el jugador quiere participar frente a su equipo propietario. En el caso de Losada, podrá jugar sin ningún tipo de problema porque no hay impedimentos en su acuerdo de cesión.
El gallego de 24 años juega como mediapunta y es capaz de ocupar varias posiciones en ataque siendo la versatilidad es una de las mayores fortalezas. A diferencia del resto de la delantera, bastante más vertical que la reciente incorporación procedente del Betis, Losada destaca también por su pausa, claridad en los últimos metros y su inteligencia para leer segundas jugadas.
En busca de oportunidades
En este inicio de temporada, Julián Calero ha querido empezar poco a poco con él. Iker debutó ante el FC Barcelona y estuvo presente en el Martínez Valero frente al Elche sumando entre ambos partidos 21 minutos. El año pasado, disputó quince partidos con el Betis antes de salir cedido al Celta de Vigo, a las órdenes de Giráldez jugó diez partidos y anotó un tanto.
En la primera jornada estuvo en el banquillo de Manuel Pellegrini, curiosamente también ante el conjunto ilicitano, pero no entró al terreno de juego. Con trabajo diario y paciencia, espera asentarse en el once consolidándose como una pieza clave en el esquema del técnico madrileño y crecer junto a un Levante que busca estabilidad en la máxima categoría.
